El calor dispara las infecciones microbiológicas en las playas y piscinas

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20/08/2025 - 09:30
Una playa abarrotada de gente

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Con la llegada del calor y las vacaciones, millones de personas buscan refrescarse en playas y piscinas. Sin embargo, este ansiado alivio puede venir acompañado de un riesgo latente: las infecciones microbiológicas.

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (Cgcof) ha emitido una advertencia, subrayando la importancia de la higiene personal y el mantenimiento adecuado de las instalaciones para prevenir un aumento de enfermedades en esta época del año.

Las infecciones por gérmenes acechan en playas y piscinas

El Cgcof señaló que las infecciones cutáneas, digestivas y oftalmológicas son especialmente comunes durante el verano. Niños, personas mayores e inmunodeprimidas son los grupos más vulnerables. La contaminación del agua, tanto en playas como en piscinas, es la principal fuente de estos problemas de salud.

Según el vocal nacional de Salud Pública del Cgcof, Claudio Buenestado Castillo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha documentado diversos peligros en las aguas recreativas. En el caso de las piscinas, los riesgos se clasifican en tres grandes categorías: lesiones físicas, peligros químicos y, los más frecuentes, los microbiológicos. Estos últimos a menudo provienen de los propios usuarios, quienes introducen gérmenes a través de su piel, mucosas, e incluso por accidentes como vómitos o heces.

Enfermedades frecuentes y sus causas

La falta de un mantenimiento adecuado de las instalaciones acuáticas y el mal uso por parte de los bañistas pueden provocar una amplia gama de enfermedades. Entre las más comunes se encuentran las digestivas, como la gastroenteritis, las dermatológicas, como el pie de atleta y los papilomas plantares, y las oftalmológicas, como la conjuntivitis. También se han documentado otitis externas, faringitis, neumonías y cistitis.

La presencia de patógenos en el agua no es el único riesgo. En las piscinas, los productos químicos utilizados para la desinfección pueden reaccionar con la materia orgánica e inorgánica, creando subproductos que también representan un peligro para la salud.

La contaminación fecal, un problema recurrente en las playas

En playas y ríos, el Cgcof destaca que la contaminación microbiológica de origen fecal es el riesgo más frecuente. Esta contaminación puede originarse por vertidos de aguas residuales, por los propios bañistas —especialmente en áreas de baño con poca renovación del agua y alta densidad de usuarios—, y por la fauna salvaje, como aves y animales marinos. Este tipo de infecciones puede propagarse rápidamente en un ambiente concurrido.

Medidas clave para prevenir la infección

Para minimizar los riesgos, el Cgcof ha emitido una serie de recomendaciones esenciales. En primer lugar, es crucial el mantenimiento adecuado de las piscinas, utilizando desinfectantes apropiados y sistemas de filtración eficientes. También se subraya la importancia de realizar análisis microbiológicos periódicos del agua, de acuerdo con la normativa vigente.

En cuanto a la higiene personal, el consejo es claro: ducharse antes de entrar al agua, evitar nadar si se presentan síntomas de enfermedades infecciosas y, fundamentalmente, abstenerse de orinar o defecar en el agua. Estas sencillas prácticas pueden marcar una gran diferencia en la prevención de la propagación de infecciones.

En conclusión, el disfrute del verano no debe estar reñido con la seguridad. Un enfoque proactivo en la higiene personal y un mayor control en el mantenimiento de las aguas recreativas son la mejor defensa contra las infecciones estivales. La colaboración de todos, desde los gestores de las instalaciones hasta los propios bañistas, es fundamental para garantizar un verano seguro y saludable para todos. No hay nada peor que unas vacaciones arruinadas por una de estas comunes infecciones.

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