Brochetas de grillos o piruletas de escorpión son algunos de los productos que ya se empiezan a encontrar en establecimientos de grandes ciudades como Barcelona. El consumo de estas especies de insectos puede ayudar a combatir el cambio climático.
Cuando nos pica una pulga, lo primero que aparece es un círculo rosado en la zona afectada. Seguidamente se produce la hinchazón y la sensación de picor y ardor.