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Túnez, 29 mar (EFE).- La OCDE recomienda a Túnez adaptar su sistema educativo a las necesidades del mercado, favorecer la participación de las mujeres en el mundo laboral, diversificar las fuentes de financiación de la seguridad social y una nueva política de desarrollo regional.
En su informe anual de evaluación económica presentado hoy en la capital, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) subrayó que el país norteafricano debe aprender a explotar sus ventajas competitivas.
Entre ellas se encuentra la mano de obra relativamente formada, una situación geográfica estratégica con respecto a Europa y África además de una economía abierta al comercio y a la inversión extranjera.
Según la OCDE, el crecimiento económico se ha visto ralentizado desde 2010 debido a los movimientos sociales y los ataques terroristas sufridos en el país y que han afectado a la extracción y exportación de sus recursos naturales (petróleo, gas, fosfatos), además del sector turístico que representa el 8% de su PIB.
Si estos sectores hubieran continuado su crecimiento al mismo ritmo que durante su economía prerrevolucionaria el PIB hubiera alcanzado 2,6% de medida frente al 1,7% actual. Una deceleración menos severa que en otros países que han pasado por una transición política similar como España, Polonia o Portugal.
Este organismo destacó el crecimiento del sector offshore, en el que el número de empresas se ha multiplicado por 13 en la última década y que contribuyen al 78 % de las exportaciones (al margen de la energía) y representan el 34 % del empleo salarial formal.
Por otro lado, desde 2011 las tasas de deuda externa y pública han aumentado considerablemente con respecto al PIB y la OCDE ve necesario realizar reformas estructurales para relanzar la inversión empresarial que se ha visto reducida desde el año 2000.
En esta línea, mientras la inversión pública ha sido ampliamente protegida, la inversión empresarial ha sufrido una regulación excesiva y debe hacer frente a un sistema financiero poco favorable a las empresas de nueva creación y de aquellas en crecimiento.
Entre las sugerencias también se encuentra la creación de empleo de calidad que permitirá reducir las fuertes desigualdades que perduran en el mercado laboral y que afectan principalmente al sector juvenil con un 35 % y al acceso de las mujeres al trabajo con un 20 %.
En una línea paralela, se pronunció por eliminar las diferencias regionales en cuanto al nivel de vida y empleo incrementadas desde 2011, por lo que aconsejó una nueva política de desarrollo regional para valorar las ventajas especificas de cada territorio.
OCDE valoró los grandes avances en el marco político, social y económico durante estas últimas décadas, principalmente tras la revolución de 2011 y su proceso de democratización que puso fin al régimen dictatorial tras 23 años en el poder.
A pesar de ello, subrayó la actual fragmentación política en el Parlamento que ha hecho difícil la adopción de ciertas reformas propuestas por el Gobierno y el retraso en la aplicación de aquellas leyes aprobadas por parte del poder ejecutivo.
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