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En un mundo marcado por profundas desigualdades y desafíos globales, la solidaridad emerge como un motor esencial para la construcción de un futuro más equitativo. Tradicionalmente, la filantropía ha sido un ámbito históricamente asociado a figuras masculinas, a menudo vinculadas a grandes fortunas. Sin embargo, en las últimas décadas, esta narrativa está cambiando de forma contundente. Las mujeres están emergiendo como las protagonistas indiscutibles del crecimiento del legado solidario, asumiendo un rol de liderazgo y compromiso que está transformando el panorama de la donación y la justicia social. Un informe reciente de Oxfam Intermón subraya esta tendencia inspiradora: "El legado solidario crece: las mujeres, protagonistas del compromiso con un futuro más justo".
El auge del legado solidario, un compromiso de largo alcance
El "legado solidario" se refiere a la decisión de incluir a una organización no lucrativa en el testamento, donando parte de los bienes para apoyar causas sociales, ambientales o humanitarias una vez que la persona ya no esté. Esta forma de filantropía es crucial para el sostenimiento a largo plazo de muchas ONG, permitiéndoles planificar proyectos a gran escala y asegurar la continuidad de su labor.
En España, así como en muchos otros países, se observa una tendencia al alza en los testamentos solidarios. Y lo que es más relevante, las mujeres están a la cabeza de este movimiento. Diversos estudios y experiencias de organizaciones como Oxfam Intermón confirman que son ellas quienes, en mayor proporción, deciden dejar una parte de su patrimonio a causas solidarias.
¿Por qué las mujeres lideran este compromiso?
El creciente protagonismo femenino en el legado o testamento solidario puede explicarse por una confluencia de factores sociodemográficos, culturales y de perspectiva:
- Mayor longevidad: En muchos países, las mujeres tienen una esperanza de vida más alta que los hombres, lo que las sitúa con mayor frecuencia como responsables de la planificación final del patrimonio.
- Sensibilidad social y empatía: Tradicionalmente, a las mujeres se les ha socializado para ser más empáticas y cuidar de la comunidad. Esta sensibilidad se traduce a menudo en un mayor compromiso con las causas sociales y una preocupación genuina por el bienestar ajeno.
- Experiencia de vida: Las mujeres, al haber enfrentado históricamente mayores desigualdades y barreras, a menudo tienen una comprensión más profunda de la injusticia y la necesidad de cambio. Esto les impulsa a querer dejar un mundo mejor.
- Mayor control sobre sus finanzas: Con el avance en la equidad de género, cada vez más mujeres tienen un mayor control sobre sus propias finanzas y decisiones económicas, lo que les permite planificar legados significativos.
- Visión a largo plazo y altruismo: Las investigaciones sugieren que las mujeres tienden a adoptar una visión más a largo plazo en sus decisiones financieras y a tener una propensión mayor al altruismo y a la donación no recíproca.
- Legado de valores: Más allá del legado monetario, muchas mujeres buscan dejar un legado de valores y principios, asegurando que su impacto trascienda su propia vida y contribuya a causas en las que creen firmemente.
El impacto transformador de la filantropía femenina
El liderazgo de las mujeres en el legado solidario no es solo una cuestión de cantidad, sino también de calidad y dirección. Su compromiso está impulsando un cambio significativo en varios frentes:
- Foco en la justicia social y la equidad: Las donaciones de mujeres a menudo se dirigen a causas relacionadas con la equidad de género, la educación de niñas y mujeres, la lucha contra la violencia machista, la salud reproductiva y el empoderamiento femenino en general.
- Abordaje holístico de los problemas: La perspectiva femenina tiende a abordar los problemas de forma más interconectada, entendiendo que la pobreza, la desigualdad y la injusticia están entrelazadas.
- Sostenibilidad y medio ambiente: Existe una creciente conciencia entre las mujeres sobre la interconexión entre la justicia social y la sostenibilidad ambiental, lo que se refleja en sus elecciones de legado.
- Innovación en la filantropía: Las mujeres están explorando nuevas formas de donar y de involucrarse, fomentando la transparencia y la rendición de cuentas en las organizaciones beneficiarias.
- Modelos a seguir: El liderazgo femenino en la filantropía inspira a otras mujeres y a las nuevas generaciones a comprometerse con el cambio social.
Construyendo un futuro más justo
Cada testamento solidario, independientemente de la cuantía, es un acto de profundo altruismo y esperanza. Permite a las organizaciones trabajar en programas de desarrollo a largo plazo, responder a emergencias humanitarias, defender derechos humanos y luchar contra la pobreza en sus múltiples dimensiones.
El compromiso de las mujeres con el legado solidario es un motor crucial para avanzar hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, especialmente aquellos relacionados con la igualdad de género (ODS 5), la reducción de la pobreza (ODS 1), la educación de calidad (ODS 4) y la acción por el clima (ODS 13). Al dejar su legado, las mujeres están invirtiendo en un mundo donde las futuras generaciones tengan más oportunidades y vivan en sociedades más justas y equitativas.
Desafíos y el camino a seguir
A pesar de esta tendencia positiva, todavía hay desafíos:
- Mayor visibilización: Es necesario comunicar aún más la importancia del legado y el papel protagonista de las mujeres para inspirar a otros.
- Educación financiera inclusiva: Promover una mayor educación financiera para mujeres, asegurando que tengan las herramientas y el conocimiento para planificar sus legados.
- Simplificación de procesos: Hacer que el proceso de inclusión de una organización en un testamento sea lo más sencillo y accesible posible.
- Transparencia: Las ONG deben seguir siendo transparentes y comunicar claramente cómo se utilizan los legados para generar confianza.
Un faro de esperanza para el mañana
La creciente implicación de las mujeres en el legado o testamento solidario es más que una estadística; es un faro de esperanza. Refleja un cambio cultural profundo donde la equidad de género no solo se defiende, sino que se vive a través de acciones concretas de generosidad y visión a largo plazo. Es un testimonio del poder transformador del compromiso femenino, que, desde la intimidad de una decisión personal, proyecta su influencia para un bien común global.
Los expertos en filantropía coinciden en que este liderazgo de las mujeres está redefiniendo la solidaridad, haciéndola más estratégica, más empática y más orientada a la justicia estructural. Celebrar y apoyar esta tendencia no es solo reconocer un hecho, sino fomentar un movimiento que tiene el potencial de acelerar la construcción de un mundo más justo, igualitario y sostenible para todos. El legado solidario, en manos de las mujeres, es una poderosa promesa para el mañana.
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