Los casos de violencia machista siguen presentes en nuestro país. Por eso, regiones como Euskadi han instalado postes de auxilio en las estaciones de tren para proteger a las mujeres.
Japón se ha convertido en uno de los países con mayor violencia estructural hacia la mujer, destacando al hombre siempre por encima en todos los aspectos laborales y políticos.
El sistema de autonomías español hace que los niveles de protección “no estén garantizados en todas partes”, tanto para las agresiones dentro de la pareja como en otros ataques.
Hay que seguir luchando contra la violencia de género, y por ello adaptar las nuevas tecnologías para que las mujeres que lo padecen puedan denunciar rápidamente, es una cuestión de prioridad.