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Tras dos años de guerra en Gaza, más de 21.000 niños con discapacidad y decenas de miles con heridas físicas y psicológicas luchan por sobrevivir en medio de hospitales destruidos, escasez de alimentos y medicinas, y un futuro marcado por el trauma constante.
Dos años de guerra en Gaza
Hace dos años comenzó una de las guerras más devastadoras en Israel y Gaza. El 7 de octubre de 2023, el grupo Hamas atacó por sorpresa desde túneles bajo Gaza. En ella murieron más de mil personas, en su mayoría civiles, y muchas mujeres y niños fueron víctimas de violencia extrema. También fueron secuestradas 251 personas que fueron llevadas a Gaza.
Desde entonces, la respuesta militar de Israel ha dejado la franja de Gaza en ruinas. La población que sobrevivió enfrenta heridas físicas y traumas psicológicos. Muchos habitantes sufren problemas de salud que derivan en discapacidad permanente. Entre los más afectados están los niños, que enfrentan un futuro marcado por la guerra.
Mohammed Mazen, un joven palestino de 30 años, perdió una pierna a causa de los enfrentamientos. Antes trabajaba en una tienda de frutos secos y mantenía a su familia. Ahora necesita ayuda para realizar cualquier actividad cotidiana. Mohammed cuenta que carece de analgésicos y que su peso ha bajado por la escasez de alimentos.
A pesar de las dificultades, Mohammed encuentra apoyo en su familia y vecinos. ONG como Laud Al-Auda han acompañado a muchas familias en Gaza, ayudando en situaciones de emergencia y proporcionando asistencia básica.
El impacto en los niños con discapacidad
La psicóloga de Médicos Sin Fronteras, Gisela Silva, describe la situación como catastrófica. Durante su primer viaje a Gaza en 2024, vio a la población con optimismo, pero un año después encontró hambre, desnutrición y miedo generalizado. Muchos niños presentan regresiones en su desarrollo: algunos dejaron de hablar, otros no caminan, y muchos tienen problemas de salud física y mental.
La falta de alimentos, medicinas y dispositivos de ayuda agrava la situación. Los niños con discapacidad no reciben la atención necesaria y sus condiciones empeoran día a día. Según la OMS, el 94 % de los hospitales han sido destruidos y solo la mitad operan por debajo de su capacidad.
Una generación marcada
El daño a los niños no termina con un alto el fuego. Muchos sufrirán problemas de identidad, agresividad y adicciones en la adolescencia. En Gaza hay aproximadamente 40.000 niños sin referentes familiares. Entre ellos, los niños con discapacidad enfrentan obstáculos aún mayores, al carecer de apoyo familiar y atención especializada.
Antes de la guerra, unos 52.000 habitantes recibían terapia rehabilitadora; hoy apenas 2.500 acceden a algún tratamiento. Los niños con discapacidad pierden dispositivos esenciales como sillas de ruedas y bastones, y dependen completamente de sus familias para moverse.
Consecuencias humanas
La ONU estima que 18.000 niños han sido asesinados y 40.000 más sufrieron heridas de guerra. Tras dos años de conflicto, al menos se estiman 21.000 niños con discapacidad , y muchos otros cargan con secuelas físicas y psicológicas que necesitarán atención prolongada.
Los niños con discapacidad se enfrentan a un futuro incierto, sin suficientes recursos médicos ni apoyo social. Las familias intentan resistir, pero la vida diaria en Gaza es extremadamente difícil. Como señala Gisela Silva: “En Gaza no se vive, se sobrevive”.
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