Para los populares, se trata de una palanca estratégica en la transición hacia un modelo más sostenible, gracias a su carácter renovable, su eficiencia y su plena compatibilidad con la actual infraestructura gasista.
Se recomienda a las comercializadoras revisar a fondo sus sitios web, documentación precontractual y contratos, prestando especial atención al cumplimiento de las obligaciones lingüísticas y de transparencia en la visualización de precios.