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Hace apenas una década, cruzarse con un coche eléctrico por las calles españolas era poco menos que una rareza; hoy, sin embargo, forma parte del paisaje cotidiano. El impulso de la movilidad sostenible ha calado hondo gracias a tres pilares evidentes: la reducción drástica de emisiones de CO₂ y de ruido, el abaratamiento del kilometraje frente a la gasolina o el diésel y la existencia de ayudas públicas que incentivan la compra y la instalación de puntos de recarga.
Sin embargo, disfrutar de un vehículo eléctrico no se resume en elegir modelo y firmar el contrato, sino que para aprovechar al máximo su autonomía necesitamos disponer de un punto de recarga que nos permita salir con la batería llena cada vez que necesitemos coger el coche. Aquellas personas que disponen de un garaje propio lo tienen relativamente fácil.
La duda surge cuando la plaza está alquilada. ¿Es posible instalar un cargador si la plaza no es de nuestra propiedad? A continuación, vamos a analizar con detalle la normativa, los pasos a seguir y los aspectos técnicos que todo conductor responsable de un coche eléctrico o híbrido enchufable debería conocer.
Cargadores para coches eléctricos: una opción inteligente
Contar con un punto de recarga en el estacionamiento habitual no es un lujo, sino una apuesta inteligente centrada en la comodidad y la eficiencia. La posibilidad de cargar el coche durante la noche —mientras descansamos y aprovechamos tarifas eléctricas valle— permite evitar desplazamientos a estaciones de servicio y alarga la vida útil de la batería al realizar recargas completas y controladas que no son de carga rápida. Hoy en día, la mayoría de cargadores domésticos incorporan protecciones contra picos de tensión, sensores térmicos y control remoto a través de aplicaciones de smartphone que permiten programar horarios, ajustar la potencia y supervisar el consumo.
Gracias a los sistemas que contienen la experiencia de uso es tan sencilla como enchufar y olvidarse, multiplicando la sensación de independencia que valora todo conductor. No menos importante es la seguridad de la instalación. Los fabricantes diseñan cada equipo para que, ante un corte de suministro, la carga se interrumpa de forma controlada, sin dañar los módulos de la batería.
De esta manera, los usuarios nos podemos despreocupar no sólo de la logística diaria, sino también de la integridad de nuestra inversión a largo plazo. A todo ello se suma el hecho de que, en la mayoría de garajes comunitarios modernos, la canalización eléctrica ya contempla la creación de circuitos específicos para recarga, lo que permite reducir costes y simplificar las obras a realizar, lo que también puede significar un enorme ahorro a largo plazo.
Es posible instalar este tipo de cargadores en una plaza alquilada
Llegamos a la gran pregunta: “¿puedo emprender el proyecto si la plaza de garaje es de alquiler?” La respuesta es sí, siempre que sigas tres pasos esenciales. El primero es obtener la autorización expresa del propietario de la plaza; sin su respaldo escrito no hay tramitación que valga. El segundo consiste en notificar la actuación al presidente o al administrador de la comunidad. La Ley de Propiedad Horizontal —reformada en 2022 para promover la electromovilidad— establece que el interesado debe informar por escrito de su intención, pero no necesita la aprobación de la junta de vecinos.
En otras palabras, basta con comunicar la iniciativa, describir el trazado del cableado y dejar constancia de que todos los gastos correrán por cuenta del solicitante. El tercer paso se centra en la viabilidad técnica. Es imprescindible comprobar la potencia contratada y el estado de la instalación general del garaje para evitar sobrecargas que afecten a otros usuarios.
Un instalador cualificado realizará un pequeño estudio de demanda y, de ser necesario, sugerirá la ampliación de la línea o la incorporación de protecciones adicionales. En la práctica, la mayoría de plazas alquiladas cumplen con los requisitos mínimos; suele bastar con la colocación de un contador secundario para que el consumo quede perfectamente diferenciado.
Si buscas un profesional técnico especializado, debes tener en cuenta que el catálogo de servicios de CARGACAR cubre desde la auditoría inicial hasta la legalización de la instalación, pasando por el suministro del equipo y el mantenimiento preventivo. Al contar con un especialista, podrás agilizar los trámites y evitar sorpresas de última hora, algo que resulta especialmente valioso cuando queremos realizar una instalación en un garaje comunitario.
Confía en instaladores autorizados y especializados
Aunque las guías de internet, en ocasiones, puedan sugerir lo contrario, instalar por cuenta propia un punto de recarga es una mala idea. Primero, porque la normativa ITC‑BT‑52 exige que cualquier línea dedicada a vehículo eléctrico sea ejecutada y certificada por un electricista autorizado; segundo, porque trabajar sin las protecciones adecuadas puede comprometer la seguridad de la vivienda y del propio vehículo. Un profesional evaluará la sección de conductores, la caída de tensión y la correcta conexión a tierra, y emitirá el certificado de instalación que exigen las compañías eléctricas y, de requerirlo, también la aseguradora.
Además, el técnico te asesorará sobre el tipo de cargador que mejor se ajusta al patrón de uso del usuario: desde los domésticos, hasta los de tipo 1 y tipo 2, de 7,4 kW o 22 kW. En función de la previsión de kilómetros diarios, el número de vehículos a alimentar o la tarifa eléctrica contratada, la elección puede variar sustancialmente. No menos relevante es la coordinación con la comunidad: canalizar correctamente los tubos empotrados, evitar cruces con conductos de agua y respetar las salidas de emergencia ayuda a prevenir conflictos y sanciones en el futuro.
En cuanto a los costes, conviene dejar claro en el contrato de arrendamiento quién asumirá la desinstalación cuando cese el alquiler y cómo se repercutirá el consumo eléctrico. Lo habitual es que el inquilino instale un contador propio ligado a su contrato de luz —si la plaza dispone de suministro independiente— o abone al propietario la energía registrada. Un técnico especializado redactará un informe de carga que facilitará el cálculo y ajustará la factura a la realidad, sin estimaciones aproximadas que puedan generar disputas.
Instalar un punto de recarga en una plaza alquilada resulta fundamental
En síntesis, podemos decir que instalar un punto de recarga en una plaza alquilada no solo es legal, sino también un paso lógico para maximizar las ventajas de la movilidad eléctrica. Si cuentas con el permiso del propietario, la simple notificación a la comunidad y la colaboración de instaladores autorizados, son los factores que permiten que el trámite sea rápido y transparente.El resultado es un vehículo siempre listo, un ahorro sustancial en cada kilómetro y la satisfacción de contribuir activamente a un modelo de transporte más limpio y silencioso. Porque, al fin y al cabo, elegir un coche eléctrico es solo el comienzo; dotarlo de la infraestructura adecuada es lo que nos permite disfrutarlo sin restricciones y con la tranquilidad de estar haciendo las cosas bien.
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