Los 10 mandamientos de los podólogos para unos pies sanos y perfectos

Los pies soportan nuestro peso a diario y, sin embargo, son una de las partes del cuerpo que menos cuidamos. Cortar mal las uñas, usar calzado estrecho o descuidar la hidratación son errores comunes que pueden afectar a su salud. Diversos podólogos ofrecen aquí recomendaciones sencillas para mantener unos pies sanos durante todo el año.

10 consejos de los podólogos para mantener unos pies sanos

Cuidar los pies va más allá de la estética. Los podólogos recuerdan que unos hábitos sencillos, como cortar bien las uñas o elegir el calzado adecuado, son clave para mantener unos pies en perfecto estado y evitar problemas a largo plazo.

A continuación, te dejamos los diez consejos para que tomes nota:

1. Lavar y secar bien

La higiene diaria es esencial. Se recomienda lavar los pies con agua tibia y jabón neutro, prestando atención a los espacios entre los dedos. Secar esa zona evita la humedad y la aparición de hongos. Mantener una rutina adecuada de limpieza es el primer paso hacia unos pies sanos.

2. Hidratar cada noche

La piel de los talones y plantas suele resecarse con facilidad. Aplicar crema específica para pies, preferiblemente con urea, ayuda a conservar la elasticidad y prevenir grietas. El mejor momento para hacerlo es por la noche, cuando los pies pueden absorber mejor el producto sin quedar cubiertos por calcetines o calzado.

3. Cortar las uñas rectas

Las uñas deben cortarse de forma recta, sin redondear los bordes. De esta manera se evita que se encarnen o se infecten. No hay que cortarlas demasiado cortas ni retirar la cutícula, ya que cumple una función protectora. Un buen corte contribuye a mantener unos pies sanos y sin molestias.

4. Elegir bien el calzado

Cada pie es distinto y necesita un zapato que se adapte a su forma. El calzado debe permitir que los dedos se muevan con comodidad y dejar un pequeño margen por delante. Los expertos recomiendan probar los zapatos por la tarde, cuando el pie está más dilatado, y evitar el uso prolongado de tacones altos o punteras estrechas.

5. Andar descalzo, con precaución

Caminar descalzo fortalece la musculatura del pie y mejora el equilibrio, pero debe hacerse solo en superficies seguras y limpias. En casa, la playa o el césped es beneficioso; en espacios públicos, puede aumentar el riesgo de infecciones. Adaptar esta práctica con cuidado es una forma natural de cuidar nuestros pies.

6. Evitar el abuso de esmalte

El esmalte permanente o semipermanente impide que la uña respire y puede debilitarla. Los podólogos aconsejan dejar períodos sin pintar para que se oxigene y usar productos de buena calidad. La belleza también forma parte del bienestar, pero sin comprometer la salud de los pies sanos.

7. Controlar la sudoración y el mal olor

El exceso de sudor favorece la proliferación de bacterias. Para evitarlo, conviene usar calcetines de algodón, alternar el calzado y aplicar polvos absorbentes. Mantener los pies secos ayuda a prevenir el mal olor y conservar unos pies sanos.

8. Revisarlos y acudir al podólogo

Observar los pies con regularidad permite detectar a tiempo cualquier cambio de color, herida o callo. Una visita anual al podólogo garantiza un cuidado profesional y la prevención de problemas mayores. Recordar que unos pies sanos son la base de un cuerpo equilibrado y activo.