Árboles frutales para salvar al oso pardo en el Pirineo catalán

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10/06/2023 - 10:00
La situación del oso pardo en Cantabria y los Pirineos

Lectura fácil

El oso pardo es una especie vulnerable a nivel mundial y en España se encuentra en peligro de extinción a causa de la escasez de su población en general, su baja variabilidad genética y su hábitat fragmentado.

La Cordillera Cantábrica es afortunada, porque en España es donde concentra la población más numerosa de la especie, y se encuentra bien distribuida entre varias autonomías, como Asturias, Castilla y León, Cantabria y una parte de Galicia.

Lamentablemente, en la zona de los Pirineos catalanes, es una especie que se encuentra extinta a finales desde finales de los años 80, y las especies que hay son de origen esloveno, y están distribuidos en su gran mayoría en las comarcas de Val d'Aran y Pallars Sobirà, aunque también hay en el Pallars Jussà y la Alta Ribagorça.

La cooperación ha dado lugar a la plantación para la recuperación del oso pardo y del estado de salud del planeta

Así, el pasado 18 de mayo se daba por terminada la plantación del último mostajo de los 7.000 árboles frutales en el Pirineo catalán.

Dicha acción forma parte del programa ‘Enriquecimiento de la biodiversidad en zonas oseras’ que desarrolla la Fundación Oso Pardo (FOP) en colaboración de Endesa a través de su plan de Conservación de la biodiversidad.

Así se buscaba dar forma a una red de espacios para el movimiento y dispersión del oso pardo en todo el Pirineo catalán, así como para conseguir la reducción de emisiones contaminantes.

Durante los próximos 30 años, estos árboles serán capaces de absorber 1.666 toneladas de CO2.

De esta forma, se consigue un doble logro: repoblar la zona de oso pardo y cuidar de clima, actuando como sumideros de carbono.

El objetivo de este proyecto que se enmarca dentro del programa Bosque de Endesa era poder aportar al país beneficios importantes a nivel medioambiental, económico y social.

Por su parte, la Fundación Oso Pardo es una organización privada creada en 1992 que trabaja en la cordillera Cantábrica y los Pirineos en la conservación de esta especie y su hábitat, con acciones tales como:

  • Seguimiento de la población osera.
  • Investigación aplicada a la gestión.
  • Lucha contra el furtivismo.
  • Formación y educación ambiental.
  • Coexistencia entre humanos y osos.

¿Por qué árboles frutales?

La respuesta es muy sencilla, y es que este tipo de árboles suponen una fuente de alimentación fundamental para el oso pardo, por lo que si cuentan con un hábitat rico en esta vegetación, se acabará mejorando la existencia de la especie, así como conseguir la conciliación entre las actividades humanas y su presencia.

Las plantaciones se han realizado en 17 ubicaciones distintas, generando bosques en lugar de grandes extensiones de terreno. Así se consigue abarcar una extensión mayor del territorio.

Al repartir las plantaciones de una forma natural, se consigue la irregularidad y la distancia entre árboles, para que se pueda dar una mayor producción de frutos, dando alimento tanto al oso pardo como a otras especies, por lo que el proyecto favorece a toda la biodiversidad del Pirineo catalán.

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