Sueldo en 'B' en España: impacto y datos clave de InfoJobs

El mercado laboral español, a menudo el reflejo más directo de la salud económica y social de un país, sigue mostrando cicatrices profundas. Una de las más preocupantes es la persistencia de la economía sumergida, un fenómeno que no solo implica fraude fiscal, sino que erosiona los derechos de los trabajadores y debilita el sistema de bienestar. Un reciente estudio de InfoJobs arroja una cifra alarmante: uno de cada diez españoles reconoce haber cobrado parte o la totalidad de su sueldo en 'B'. Este dato, lejos de ser un mero porcentaje, es un espejo de la precariedad, la falta de oportunidades y, en muchos casos, la indefensión a la que se enfrentan miles de personas en su día a día.

El sueldo en 'B', una realidad más extendida de lo deseable

Cobrar el sueldo en 'B' se refiere a percibir una parte o la totalidad del salario sin declararlo a la Seguridad Social ni a la Agencia Tributaria. Esto implica que ni el trabajador ni la empresa cotizan por esas cantidades, buscando ambas partes (aunque con responsabilidades y riesgos muy diferentes) evitar el pago de impuestos y cotizaciones sociales.

El dato de InfoJobs es revelador. Que un 10 % de la población activa haya tenido esta experiencia (o la tenga actualmente) indica que no es un fenómeno marginal, sino una práctica extendida, especialmente en ciertos sectores como la hostelería, la construcción, el servicio doméstico, la agricultura o incluso en pequeños comercios y servicios. Este porcentaje podría ser incluso superior, dado que es una práctica ilegal y muchos trabajadores podrían ser reacios a reconocerlo.

¿Por qué los trabajadores aceptan el sueldo en 'B'?

Aunque el cobro del sueldo en 'B' es perjudicial para el trabajador a largo plazo, existen diversas razones por las que, lamentablemente, muchos se ven forzados a aceptarlo o incluso lo perciben como una "ventaja" a corto plazo:

1. Necesidad económica y precariedad: Es la razón principal. Ante la dificultad de encontrar un empleo formal o la urgencia de ingresos, muchos trabajadores aceptan estas condiciones por desesperación, especialmente en situaciones de desempleo prolongado.
2. Falta de conocimiento de los riesgos: Algunos trabajadores no son plenamente conscientes de las graves consecuencias a largo plazo de no cotizar adecuadamente.
3. Presión o imposición del empleador: En muchas ocasiones, la oferta de empleo ya viene con la condición de cobrar en 'B', y el trabajador siente que no tiene otra opción si quiere el puesto.
4. Incompatibilidad con otras prestaciones: Algunos desempleados o beneficiarios de otras ayudas sociales aceptan el cobro en 'B' para complementar sus ingresos sin perder las prestaciones que reciben legalmente (una práctica ilegal que les expone a sanciones).
5. Percepción de "más dinero en mano": A corto plazo, al no descontarse impuestos ni cotizaciones, el trabajador percibe una cantidad neta mayor, lo que puede ser atractivo, ignorando la pérdida de derechos futuros.

Las graves consecuencias para el trabajador (y la sociedad):

Las repercusiones de cobrar en 'B' son devastadoras para el trabajador y tienen un efecto dominó en el conjunto de la sociedad:

• Pérdida de derechos laborales y sociales: Es la consecuencia más directa y grave.
  • Menos o ninguna prestación por desempleo: Al no cotizar por la totalidad del salario, las bases de cotización son menores o inexistentes, lo que reduce drásticamente la cuantía y el tiempo de cobro de la prestación por desempleo.
  • Pensión de jubilación reducida: Las cotizaciones son la base del cálculo de la pensión. Menos cotización significa una pensión de jubilación mucho menor o incluso inexistente.
  • Menos prestaciones por incapacidad o maternidad/paternidad: Igual que con el desempleo, las bajas por enfermedad, accidente laboral, maternidad o paternidad se ven mermadas o no se tiene derecho a ellas.
  • Indemnizaciones por despido mínimas o inexistentes: En caso de despido, la indemnización se calcula sobre el salario declarado. Si se cobra en 'B', la indemnización será mucho menor de lo que correspondería.
  • Desprotección ante accidentes laborales: Aunque el accidente ocurra en el puesto de trabajo, demostrar la relación laboral y las condiciones puede ser muy complicado, dejando al trabajador sin la protección adecuada.
• Indefensión jurídica: La falta de un contrato o de una declaración salarial oficial deja al trabajador en una situación de vulnerabilidad extrema ante cualquier conflicto con la empresa (despido improcedente, impago, etc.).
• Fraude fiscal personal: Aunque la empresa es la principal responsable del fraude, el trabajador que conscientemente acepta cobrar en 'B' también está incurriendo en un incumplimiento fiscal, aunque con menores consecuencias penales.
• Debilitamiento del Estado de Bienestar: La economía sumergida supone una pérdida masiva de ingresos para las arcas públicas (Hacienda y Seguridad Social), lo que afecta directamente a la financiación de servicios esenciales como la sanidad, la educación y las propias pensiones.

Vías para combatir la Economía Sumergida y el sueldo en 'B'

La lucha contra el cobro en 'B' requiere un enfoque multifactorial y el compromiso de todas las partes:

1. Inspección de Trabajo y Seguridad Social: Reforzar los mecanismos de control e inspección para detectar y sancionar a las empresas que operan en la economía sumergida. Las campañas de concienciación y las denuncias de los propios trabajadores (a menudo anónimas) son herramientas clave.
2. Concienciación y educación: Informar a los trabajadores sobre los riesgos y la pérdida de derechos que supone el cobro en 'B', empoderándolos para exigir condiciones laborales legales.
3. Simplificación y flexibilidad normativa: Reducir la burocracia y flexibilizar ciertas regulaciones para facilitar a las empresas la contratación legal, especialmente a las pymes y autónomos, sin que suponga una carga excesiva.
4. Reducción de la presión fiscal y las cotizaciones: Debates económicos sugieren que una reducción de los costes laborales podría incentivar la formalización del empleo, aunque es un punto controvertido por su impacto en los ingresos públicos.
5. Aumento de las oportunidades de empleo formal: Un mercado laboral con menos desempleo y más ofertas de trabajo estables reduce la necesidad de aceptar empleos precarios o ilegales.
6. Protección al denunciante: Crear mecanismos seguros y efectivos para que los trabajadores puedan denunciar sin miedo a represalias.

El imperativo de la transparencia

El dato de InfoJobs sobre el cobro en 'B' es una llamada de atención ineludible. Nos recuerda que, a pesar de los avances, la precariedad y la informalidad siguen siendo un lastre para el mercado laboral español. No se trata solo de un problema económico o fiscal; es una cuestión de justicia social y de dignidad para miles de trabajadores.

Los expertos laborales y sociales coinciden en que tolerar la economía sumergida es aceptar un modelo de sociedad de doble velocidad, donde unos disfrutan de plenos derechos y otros viven en la incertidumbre y la desprotección. La transición hacia un mercado laboral plenamente transparente y formal es un imperativo ético y económico. Requiere un pacto social entre empresas, sindicatos, trabajadores y administraciones públicas para construir un futuro donde el sueldo en 'B' sea una excepción residual y no una triste realidad cotidiana para uno de cada diez españoles. Es el momento de garantizar que todos los trabajadores coticen por su esfuerzo, protegiendo así su presente y asegurando su futuro.