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¿Quién tomaría las decisiones médicas por ti si un accidente o una enfermedad grave te impidiera comunicarte? Esta es una de las preguntas más profundas y relevantes que podemos hacernos. En una situación así, la responsabilidad recae a menudo en nuestros seres queridos, que deben tomar decisiones angustiosas en un momento de enorme estrés y sin saber con certeza qué habríamos querido nosotros.
Para evitar esta incertidumbre y garantizar que nuestra voluntad prevalezca, la legislación española contempla una herramienta legal poderosa y cada vez más utilizada: el testamento vital, conocido formalmente como Documento de Voluntades Anticipadas (DVA) o de Instrucciones Previas. Este documento es un ejercicio de autonomía y planificación, un acto que nos permite mantener el control sobre nuestro cuerpo y nuestros cuidados, incluso cuando ya no tenemos voz.
¿Qué es y para qué sirve el testamento vital?
Es fundamental aclarar qué no es: no tiene nada que ver con el testamento tradicional que se ocupa de la herencia de bienes materiales. El testamento vital es un documento legal en el que una persona mayor de edad, capaz y libre, manifiesta sus instrucciones sobre los cuidados y tratamientos médicos que desea recibir (o no recibir) en el futuro, en caso de que llegue un momento en que no pueda expresar su voluntad.
Su utilidad es inmensa y abarca las decisiones más trascendentales del final de la vida. En él puedes:
- Rechazar o aceptar tratamientos médicos: Puedes especificar qué tratamientos no deseas recibir, como ventilación mecánica, reanimación cardiopulmonar, alimentación artificial o diálisis, si estos solo sirven para prolongar artificialmente tu vida sin esperanza de recuperación.
- Pedir medidas para evitar el sufrimiento: Puedes solicitar la administración de fármacos necesarios para la sedación paliativa, garantizando así que no sufrirás dolor, aunque esto pueda acortar tu vida.
- Indicar si deseas solicitar la eutanasia: Desde la aprobación de la ley, puedes dejar por escrito tu deseo de acogerte a la prestación de ayuda para morir si se dan las circunstancias previstas en la norma.
- Decidir sobre la donación de tus órganos: En el testamento vital puedes manifestar tu deseo de ser donante de órganos y tejidos para fines terapéuticos o de investigación.
- Nombrar un representante: Puedes designar a una o varias personas de tu confianza para que actúen como tus interlocutores con el equipo médico y se aseguren de que tus instrucciones se cumplen.
Guía paso a paso: cómo redactar y formalizar tu testamento vital
Crear tu DVA es un proceso que consta de varias fases, siendo la primera la más personal e importante.
- Paso 1: La reflexión: Antes de escribir nada, tómate tu tiempo. Piensa en tus valores y en lo que para ti significa una vida digna. Habla con tu familia para que comprendan tus deseos y, muy importante, consúltalo con tu médico de cabecera. Él o ella podrá resolver tus dudas médicas sobre los tratamientos y las situaciones clínicas.
- Paso 2: La redacción: El documento debe ser por escrito. Puedes redactarlo tú mismo o utilizar los modelos oficiales que muchas comunidades autónomas facilitan. Sé lo más claro y específico posible en tus instrucciones para no dejar lugar a dudas.
- Paso 3: La formalización: Para que el testamento vital sea legalmente válido, debe formalizarse de una de estas tres maneras:
- Ante notario: Es la opción más segura y habitual, ya que el notario da fe de tu identidad y de que actúas con total capacidad y libertad.
- Ante tres testigos: Deben ser mayores de edad y con plena capacidad. Al menos dos de ellos no pueden tener relación de parentesco hasta el segundo grado ni estar vinculados por relación patrimonial contigo.
- Ante el personal del registro: Algunas comunidades autónomas permiten formalizar el documento directamente ante el personal funcionario del registro de voluntades anticipadas.
El paso final: dónde registrar tus voluntades anticipadas
Una vez formalizado, el último paso es inscribir el documento en el Registro de Voluntades Anticipadas de tu comunidad autónoma. Cada comunidad tiene el suyo, normalmente gestionado por la consejería de sanidad. Para localizarlo, puedes buscar en internet "Registro de Voluntades Anticipadas [Nombre de tu Comunidad]" o preguntar en tu centro de salud.
Al registrarlo, tu testamento vital se incorpora también al Registro Nacional de Instrucciones Previas, un sistema interconectado que garantiza que tus voluntades puedan ser consultadas por cualquier profesional sanitario autorizado desde cualquier hospital de España. El personal médico tiene la obligación legal de consultar este registro cuando un paciente se encuentra en una situación que le impide tomar decisiones.
Tomar el control sobre las decisiones del final de tu vida no es un acto lúgubre, sino el ejercicio definitivo de tu libertad y dignidad. Es, además, un acto de generosidad inmenso hacia tus seres queridos, a quienes liberas de la carga de tener que decidir por ti en los momentos más difíciles.
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