Debido a que con las enfermedades raras oculares se cuenta con un escaso conocimiento de dichas afecciones, se tarda en tener un diagnóstico y en aplicar el tratamiento adecuado.
La iniciativa incluye la participación de la comunidad científica, compañías biotecnológicas y farmacéuticas, y Administraciones Públicas de la UE; se desarrollará en cooperación con la OMS y otras iniciativas mundiales sobre vacunas y COVID-19.