Crece 5 veces afiliados extranjeros en España, pero ganan 22 % menos

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13/08/2023 - 13:30
Crece el empleo extranjero en España

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Afiliados extranjeros en máximos históricos en España con un crecimiento del 10 %, frente al 1,8 % de los españoles. Aportan el 43 % del empleo creado en el último año, pero ganan un 22,4 % menos que los nacionales. Preocupación por la calidad de sus empleos y la sostenibilidad de la Seguridad Social.

Los afiliados extranjeros obtienen récord en este último año

Los afiliados extranjeros alcanzan niveles récord, con un crecimiento del 10 % en el último año, superando el 1,8 % de los españoles. Aportan el 43 % del empleo creado en ese período, pero sus ingresos siguen siendo un 22,4 % más bajos que los de los nacionales, planteando dudas sobre la calidad de sus empleos y la sostenibilidad de la Seguridad Social.

El Ministerio de Inclusión y Seguridad Social muestra una sólida recuperación del empleo inmigrante tras la pandemia, con más de 600,000 nuevos afiliados extranjeros desde abril de 2020 hasta mayo de este año. Mientras tanto, el empleo de los nacionales también creció en 1,6 millones durante ese tiempo.

Aunque hay discrepancias entre las estadísticas de Seguridad Social y la Encuesta de Población Activa (EPA), ambas concuerdan en el dinamismo del empleo extranjero. Sin embargo, debido a su menor número, los cambios porcentuales parecen más significativos en comparación con el empleo nacional.

El porcentaje de empleados extranjeros es del 13 %, más alto que la media de la última década, y coincide con su proporción entre los parados registrados por el SEPE. La tasa de paro entre los españoles es del 12,5 %, mientras que para los extranjeros es del 21,3 % en 2022.

¿A qué se debe este aumento de empleo extranjero?

Este aumento de empleo y afiliados extranjeros ha generado debates sobre su impacto en la economía y el sostenimiento de las pensiones, especialmente en medio de una campaña electoral centrada en atraer "talento cualificado".

El Gobierno ha implementado medidas para contratar inmigrantes en origen y facilitar regularizaciones, lo que ha generado tensiones con los sindicatos y las voces que abogan por priorizar la contratación de los 2,7 millones de desempleados en el país.

El sindicato UGT y CCOO advierten que la contratación de inmigrantes contribuye a una devaluación salarial, ya que algunas empresas ofrecen salarios tan bajos que los trabajadores nacionales rechazan esos empleos. Esta situación plantea preocupaciones sobre el futuro de las pensiones, especialmente debido al inminente momento crítico de la jubilación del baby boom.

El Gobierno ha propuesto reformas para abordar el gasto en prestaciones, pero los expertos no están convencidos de su eficacia. El reto demográfico también representa un desafío, ya que la población activa en edad productiva ha disminuido significativamente en la última década.

El ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá, confía en que el repunte de la inmigración sea clave para impulsar el crecimiento del empleo y los ingresos de la Seguridad Social, siguiendo el ejemplo de la regularización masiva de 2004 a 2008 bajo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Sin embargo, a pesar del aumento de los afiliados extranjeros y del respectivo empleo, sus salarios siguen siendo bajos, con una diferencia del 22 % en comparación con los trabajadores nacionales.

El empleo extranjero se enfrenta a numerosas barreras

La clave no es la nacionalidad, sino el tipo de empleo que se ofrece a los inmigrantes. El plan del ministro Escrivá se centra en contratación en origen y regularización para cubrir vacantes en sectores afectados por la falta de mano de obra, como la agricultura y la construcción.

Los inmigrantes tienden a ocupar trabajos de baja cualificación y peores salarios en sectores como servicios, hostelería y comercio. Esto crea un efecto negativo, ya que las empresas no compiten para mejorar las condiciones laborales ni la productividad en estos sectores.

La competitividad de España ha estado históricamente basada en los costes laborales, lo que ha llevado a estereotipar a los inmigrantes como trabajadores para tareas peor remuneradas que los españoles no quieren realizar.

Sin embargo, las estimaciones indican que la aportación de la inmigración a la economía española disminuirá en las próximas décadas, mientras que el envejecimiento demográfico también afectará a los países de origen de los inmigrantes.

Para atraer trabajadores y afiliados extranjeros, es necesario crear condiciones más atractivas, no solo en términos de salarios, sino también en oportunidades para establecerse y prosperar.

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