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En un giro sin precedentes en su política exterior, Alemania anunció la suspensión de las exportaciones de armas que pudieran ser utilizadas en la Franja de Gaza por parte del ejército israelí. La decisión, que marca un cambio importante en la postura histórica del país europeo hacia Israel, se produce tras el anuncio del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, de expandir la operación militar en Gaza para tomar el control total de la ciudad.
Escalada militar en Gaza y reacción alemana con el freno al envío de armas
La medida del gobierno alemán respecto al envío de armas a Israel llega en respuesta directa a la intensificación del conflicto en Gaza. El gabinete de seguridad israelí aprobó recientemente una operación militar destinada a hacerse con el dominio completo de la ciudad de Gaza. Netanyahu, en declaraciones anteriores, había adelantado los planes de ocupación total de ese enclave palestino, señalando un cambio en la estrategia militar de Tel Aviv.
Medios locales israelíes han informado que tres cuartas partes del territorio de la Franja estarían ya bajo control de las fuerzas israelíes. Frente a esta realidad, el gobierno alemán, a través del canciller Friedrich Merz (CDU/PPE), ha expresado dudas crecientes sobre la legitimidad de los fines de la operación militar.
Merz señaló que resulta "cada vez más difícil ver" cómo las acciones actuales del ejército israelí cumplen con los objetivos iniciales de la campaña: proteger al Estado de Israel del grupo terrorista Hamás y asegurar la liberación de los rehenes aún en poder de dicha organización.
En consecuencia, Berlín ha decidido no autorizar "hasta nuevo aviso" ninguna exportación de armamento que pueda ser empleado en operaciones dentro de la Franja de Gaza. Se trata de una medida con fuerte carga simbólica, pero también con implicaciones políticas profundas.
Llamado a una mejora humanitaria
Además de frenar los envíos de armas, el canciller alemán exhortó a Israel a mejorar “de manera integral y sostenible” la situación humanitaria en Gaza. Si bien reconoció avances puntuales en esa dirección, también dejó claro que estos esfuerzos se han intensificado sólo después de que la Unión Europea aumentara la presión diplomática sobre el gobierno de Netanyahu.
El freno a la exportación de armas es el primer gesto concreto de sanción del gobierno alemán hacia Israel desde que comenzó la ofensiva militar en Gaza, en octubre de 2023, tras los ataques perpetrados por Hamás. Hasta ahora, Berlín había adoptado una actitud de moderación, evitando emitir condenas explícitas debido a su responsabilidad histórica por el Holocausto.
La decisión marca una ruptura con la tradicional postura de contención que Alemania ha mantenido en su relación con Israel. Incluso durante los debates en Bruselas, Berlín se había opuesto a respaldar sanciones de la Unión Europea contra Tel Aviv, incluyendo la suspensión del Acuerdo de Asociación entre la UE e Israel.
Peso militar alemán en Israel
Alemania es actualmente el segundo mayor proveedor de armamento pesado a Israel, solo superado por Estados Unidos. Según datos del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI), entre 2020 y 2024, un tercio de las importaciones de armas israelíes provinieron de Alemania.
Entre octubre de 2023 y mayo de 2025, Berlín autorizó exportaciones a Israel por un valor de 485,1 millones de euros en material militar. Esta cifra fue revelada por el Ministerio alemán de Economía como respuesta a una solicitud parlamentaria de la oposición. Durante años anteriores, gran parte de estas exportaciones se centraron en defensa marítima, siendo las fragatas el 81% del total y los torpedos un 10%.
También se enviaron motores para vehículos blindados, y se sabe que algunas de las fragatas de origen alemán han sido empleadas en el conflicto en Gaza. Este contexto refuerza el valor simbólico de la medida tomada ahora por Berlín, más allá de su impacto inmediato en las capacidades militares israelíes.
Un giro político inesperado
La decisión del freno a la exportación de armas también representa un cambio en la posición del propio Friedrich Merz. En octubre de 2023, cuando lideraba la oposición, criticó duramente la posibilidad de detener las exportaciones, calificándola como una “grieta en la solidaridad” hacia Israel. Sin embargo, la grave crisis humanitaria en Gaza ha generado un cambio de postura.
Pese a lo polémico de la medida, Merz ha recibido el respaldo de sus socios de coalición. El vicecanciller Lars Klingbeil, del Partido Socialdemócrata (SPD/S&D), defendió la decisión como una acción “acertada”, subrayando la necesidad de un enfoque responsable ante el creciente sufrimiento en la región.
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