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Por primera vez, dos destacadas organizaciones de derechos humanos de Israel han dado un paso que marca un hito en la narrativa del conflicto en Gaza: han acusado formalmente al gobierno israelí de cometer actos de genocidio en Gaza contra la población palestina.
Las organizaciones B’Tselem y Médicos por los Derechos Humanos de Israel (PHRI) difundieron sendos informes que sostienen estas acusaciones con evidencia médica, legal y testimonial, convirtiéndose en los primeros grupos de su país en utilizar el término genocidio en Gaza para describir las acciones de Israel en la Franja.
Análisis concluyente tras meses de investigación
En un documento de 79 páginas presentado el lunes, B’Tselem argumenta que la magnitud de la destrucción, las declaraciones de altos cargos israelíes y las condiciones impuestas a la población civil llevan a una “conclusión inequívoca”: Israel está cometiendo genocidio en Gaza. El análisis incluye datos recopilados durante 20 meses y evidencia miles de incidentes documentados tanto en Gaza como en Cisjordania, Jerusalén Este y territorio israelí.
PHRI, por su parte, publicó un informe independiente en el que denuncia un “desmantelamiento sistemático y deliberado del sistema de salud” en Gaza, calificando las acciones como un ataque intencional a la infraestructura vital para la supervivencia de los gazatíes.
Reacciones del gobierno israelí tras las acusaciones por genocidio en Gaza
Desde el gobierno israelí, las acusaciones fueron rechazadas tajantemente. El portavoz David Mencer calificó los informes como parte del ejercicio de la libertad de expresión, pero aseguró que Israel niega rotundamente esas afirmaciones. Mencer insistió en que el país ha permitido la entrada de ayuda humanitaria en la Franja.
El Ministerio de Asuntos Exteriores fue más duro aún al desestimar los informes como “obscenos”, “infundados” y “motivados políticamente”. Según su versión, Israel actúa exclusivamente contra Hamas y adopta medidas para minimizar el daño a la población civil, todo ello en el marco del derecho internacional.
“No es una guerra contra Hamas, es una ofensiva contra una población entera”
Yuli Novak, directora ejecutiva de B’Tselem, hizo pública la posición del grupo durante la presentación del informe. “Nada te prepara para darte cuenta de que formas parte de una sociedad que comete genocidio”, dijo. Para Novak, los ataques no pueden explicarse como simples acciones contra una organización terrorista: “Israel está cometiendo genocidio en Gaza contra los palestinos. Nuestro genocidio tiene contexto”.
Ambas organizaciones subrayan que los ataques no se limitan a enfrentamientos armados. Denuncian desplazamientos forzados masivos, arrestos indiscriminados, destrucción deliberada de infraestructura y condiciones de vida que califican de catastróficas. Además, destacan que las declaraciones de figuras políticas y militares israelíes expresan, según ellas, “intenciones genocidas”.
El papel de la comunidad internacional
B’Tselem no exime de responsabilidad a los líderes internacionales. En su análisis, acusa a países como Estados Unidos y varios miembros de la Unión Europea de facilitar el genocidio en Gaza al respaldar públicamente a Israel, suministrarle armamento y defender su “derecho a la legítima defensa”, incluso después de que la Corte Internacional de Justicia advirtiera sobre un riesgo plausible de actos genocidas.
El impacto del 7 de octubre y el clima social en Israel
La escalada bélica actual comenzó tras los ataques de Hamas del 7 de octubre de 2023, donde fueron asesinadas 1.200 personas y otras 251 fueron secuestradas. Estos hechos desataron en la sociedad israelí un sentimiento de miedo, rabia y deseo de venganza que, según B’Tselem, ha sido aprovechado para deshumanizar a los palestinos y justificar medidas extremas.
Crece la presión dentro y fuera de Israel
Las voces críticas hacia la gestión del conflicto no se limitan a las ONG. Cinco rectores de universidades israelíes dirigieron una carta abierta al primer ministro Benjamin Netanyahu, expresando alarma por la tragedia humanitaria en Gaza y condenando las declaraciones de políticos que promueven el desplazamiento forzado y la destrucción de la Franja.
A nivel internacional, las imágenes de niños muertos por desnutrición y hospitales colapsados han generado indignación. El Reino Unido, Francia y Alemania han afirmado recientemente que la crisis humanitaria en Gaza es “causada por el hombre y completamente evitable”.
Una acusación que resuena más allá de Israel
Aunque esta es la primera vez que grupos israelíes formulan la acusación de genocidio, otros actores internacionales ya lo habían hecho. Human Rights Watch, Amnistía Internacional y el Comité Especial de la ONU sobre Palestina han señalado patrones de conducta que podrían ser considerados genocidas.
En diciembre de 2023, Sudáfrica presentó una demanda ante la Corte Internacional de Justicia acusando formalmente a Israel de genocidio en Gaza, y otros países, como Irlanda, se han sumado. El tribunal ha ordenado medidas cautelares para prevenir más actos que puedan constituir genocidio, aunque el fallo definitivo podría tardar años.
Incluso reconocidos intelectuales israelíes, como los historiadores Omer Bartov y Lee Mordechai, han llegado a conclusiones similares, utilizando términos como “limpieza étnica” para describir lo que consideran una estrategia planificada de vaciamiento poblacional en Gaza.
Un momento decisivo
Estas denuncias por el genocidio en Gaza marcan un punto de inflexión dentro de Israel. Por primera vez, voces desde el interior del país acusan a su propio gobierno de perpetrar uno de los crímenes más graves definidos por el derecho internacional. La sociedad israelí, al igual que la comunidad global, enfrenta ahora una pregunta urgente y profunda: ¿qué responsabilidad tiene ante lo que está ocurriendo en Gaza?
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