La inflación en España ha aumentado los precios de alimentos básicos como pescado, carne y aceite. Los españoles gastan más en la compra, reduciendo el consumo de frutas y verduras frescas.
Conservar los embutidos cuando no nos los hemos terminado puede generarnos dudas y es importante saber hacerlo para evitar consumir alimentos en mal estado.
Los hogares son los protagonistas a la hora de hablar sobre el desperdicio de alimentos llegando hasta 570 millones de toneladas. Los restaurantes, en cambio, reducen su porcentaje.