05/02/2019 - 10:37
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“No es la primera vez que sale una chica corriendo de ahí dentro; lo que le habrán hecho o si habrá denunciado, yo eso ya no lo sé. Pero que yo he visto a alguna chica saliendo a la carrera de ahí, eso seguro”, asegura un mecánico que trabaja en un taller de la zona.
Aunque está clausurada, el mal olor puede percibirse desde fuera
La una nave abandonada donde la madrugada del sábado 2 de febrero, siete varones participaron en la presunta violación de una chica de 18 años, está ocupada por una decena de personas sin techo. Hoy, la puerta de la fábrica está llena de periodistas.
La fábrica, sin actividad alguna, y situada en el número 34, permanece ocupada desde hace al menos 4 años. A través de una rendija se ve que el interior está repleto de mugre y basura. No hay cristales, no hay luz ni agua corriente.
Sus 'okupas' son principalmente marroquíes, algún español y algún rumano. Gente que se busca la vida recogiendo cartones, mendigando o trapicheando.
Gritos, peleas, robos… Es el día a día de la fábrica.
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