Detectan actividad eléctrica inédita en la atmósfera de Marte

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03/12/2025 - 15:30
atmósfera de Marte

Lectura fácil

La actividad eléctrica no es un fenómeno exclusivo de la Tierra. Se ha documentado en gigantes gaseosos de nuestro Sistema Solar como Saturno y Júpiter, manifestándose en forma de majestuosas tormentas. Sin embargo, la detección directa en un planeta rocoso como Marte era, hasta ahora, una mera hipótesis. Un equipo internacional de investigadores, con participación española, ha logrado demostrar directamente la existencia de este fenómeno, que se presenta en forma de pequeñas descargas triboeléctricas, una especie de "chispazos microscópicos".

El hallazgo, publicado en la prestigiosa revista Nature, se basa en un meticuloso análisis de los sonidos de la atmósfera de Marte recogidos durante dos años marcianos por el rover Perseverance, lanzado por la NASA en 2020.

Pequeñas chispas electrifican la atmósfera de Marte

El fenómeno detectado es similar a las pequeñas descargas estáticas que se sienten al tocar el pelo y luego un objeto metálico. El investigador Germán Martínez, del Centro de Astrobiología (CAB), y uno de los firmantes del estudio, explica que estas descargas marcianas son "muy diferentes" a los potentes rayos que asociamos a una tormenta terrestre.

Martínez subraya la enorme diferencia energética: los rayos terrestres son "unos 200 millones de veces más energéticos" que las chispas detectadas en el Planeta Rojo. Incluso una de las mayores descargas identificadas en Marte apenas alcanzaría la energía necesaria para encender un automóvil.

La explicación de este proceso está íntimamente ligada a la naturaleza de Marte, un planeta notoriamente polvoriento, caracterizado por sus intensas tormentas de viento y remolinos de polvo.

Fricción del polvo: La causa natural

El mecanismo detrás de estas descargas es el efecto triboeléctrico. Cuando el viento levanta y transporta las partículas de polvo, estas friccionan intensamente entre sí. Esta fricción genera un campo eléctrico que se vuelve lo suficientemente potente como para alcanzar el umbral de ruptura del gas, creando el "chispazo".

El equipo, liderado por la Universidad de Toulouse (Francia), identificó un total de 55 chispazos de este tipo, la gran mayoría asociados a remolinos de viento o a condiciones de la atmósfera de Marte en las que se estaban moviendo frentes de polvo.

Para obtener esta evidencia crucial, los científicos utilizaron las grabaciones de sonido captadas por los instrumentos del Perseverance dentro de la atmósfera de Marte. La presencia de un campo eléctrico puede alterar las propiedades físicas del aire, y el sonido proporcionó la clave para su identificación.

Implicaciones críticas para la exploración y la búsqueda de vida

Este descubrimiento no es solo una curiosidad geofísica; tiene implicaciones cruciales que afectan directamente a las misiones de exploración y, lo que es más importante, a la actual búsqueda de vida pasada en el Planeta Rojo.

Martínez destaca una consecuencia química de los campos eléctricos: su capacidad para crear percloratos. Estas sustancias químicas tienen la capacidad de degradar moléculas orgánicas, que son las que se buscarían como potenciales biofirmas o evidencias de vida pretérita.

"Si estamos buscando biofirmas, tenemos que tener en mente que es posible que hayan desaparecido o se hayan degradado", señala el investigador. "Este fenómeno es importante para entender la falta, quizás, de esas señales de vida" en la atmósfera de Marte.

Además, la existencia de estas descargas eléctricas introduce un factor a considerar en la ingeniería de las futuras misiones humanas y robóticas. Es fundamental que el equipamiento esté blindado, ya que no se quiere que "un sensor deje de funcionar por un chispazo eléctrico". Aunque son eventualidades que ya se contemplan, la confirmación de la actividad eléctrica en la atmósfera de Marte refuerza la necesidad de implementar medidas de seguridad.

Finalmente, los modelos de predicción meteorológica del planeta también pueden verse afectados. La presencia de campos eléctricos puede significar que se requiera menos viento de lo que se pensaba para que el polvo sea inyectado en la delgada atmósfera de Marte, alterando las dinámicas atmosféricas.

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