La Unión Europea propuso reducir un 90 % las emisiones para 2040, pero organizaciones ecologistas como Greenpeace y WWF critican que la medida es insuficiente.
Tras varios debates y reuniones, la Comisión Europea ha dado luz verde a la propuesta ibérica para poner un tope al precio del gas natural y abaratar las facturas eléctricas.