El 74 % de los empleados sufre síntomas por la mala calidad del aire en el trabajo

La calidad del aire en espacios cerrados preocupa a la mayoría de los ciudadanos, y no es para menos: afecta directamente a la salud, el bienestar y la productividad, tanto en el hogar como en el trabajo.

Pasamos más tiempo en interiores de lo que pensamos

Hoy en día, la mayoría de las personas pasa gran parte de su jornada dentro de espacios cerrados: oficinas, viviendas, comercios, centros educativos o de transporte. De hecho, en entornos urbanos, se estima que este tiempo alcanza entre el 80 % y el 90 % del día. Esta tendencia ha puesto el foco en un aspecto muchas veces olvidado: la calidad del aire que respiramos en interiores.

En España, un 74 % de la población reconoce estar preocupado por el aire que se respira dentro de los edificios. Esta inquietud no es infundada ya que casi todos los encuestados consideran que existe una relación directa entre el estado del aire y la salud. Además, más del 80 % afirma que pasaría más tiempo al aire libre si la calidad ambiental fuese mejor.

Los síntomas más habituales que los españoles asocian a un aire interior deficiente incluyen dolor de cabeza (en más del 67 % de los casos), fatiga persistente (64 %) y mareos (cerca del 50 %). Estos efectos se relacionan especialmente con concentraciones elevadas de dióxido de carbono (CO2), una consecuencia directa de la falta de ventilación adecuada.

Recomendaciones y realidades

Las autoridades sanitarias europeas recomiendan mantener los niveles de CO₂ por debajo de las 1.000 partes por millón (ppm). Sin embargo, este umbral es superado con frecuencia, sobre todo en espacios mal ventilados o donde se concentran muchas personas.

Además del CO2, hay otras partículas invisibles —como virus, polvo o polen— que también representan un riesgo para la salud y que no siempre se detectan de forma inmediata.

Pese a ello, un dato preocupante destaca que tres de cada cuatro personas en España no sabe cómo medir o identificar si la calidad del aire en su hogar o lugar de trabajo es adecuada.

La calidad del aire en el entorno laboral

El problema se traslada también a las oficinas. Un estudio reciente muestra que el 75 % de los trabajadores españoles ha experimentado síntomas físicos relacionados con un ambiente interior deficiente en su lugar de trabajo. Fatiga, cefaleas y falta de concentración son las dolencias más comunes.

El bienestar laboral y la productividad están estrechamente ligados a este factor. Casi el 90 % de los empleados opina que un aire limpio mejora su rendimiento. Sin embargo, apenas el 23 % afirma que su empresa cuenta con sistemas de control de calidad del aire, lo que evidencia una importante brecha entre las expectativas de los trabajadores y las medidas adoptadas por las organizaciones.

En casa, la calidad del aire tampoco es ideal. Casi la totalidad de los hogares ventilan de manera manual, abriendo puertas y ventanas, lo que expone a quienes viven en ellos a factores externos como contaminación, ruido o cambios bruscos de temperatura. Apenas un 7 % dispone de sistemas automáticos que regulen de forma eficiente la entrada y salida del aire.

Aunque la preocupación social por la calidad del aire va en aumento, tanto empresas como ciudadanos siguen sin contar con las herramientas necesarias para mejorarla. Ante esta situación, invertir en tecnologías de ventilación inteligente y sensibilizar sobre la importancia del aire limpio puede marcar la diferencia en salud, bienestar y productividad.