Los investigadores que han sido los autores de este estudio han declarado que caerán un 30% las emisiones de óxido de nitrógeno y en un 20% las emisiones de dióxido de azufre.
La Tierra regenera los recursos naturales, pero a un ritmo insuficiente para hacer frente a la frenética actividad del ser humano, que los consume en una carrera sin freno.