La mayoría de los gobiernos europeos han acordado reducir las cuarentenas porque la variante ómicron parece menos letal. Sin embargo, es más contagiosa y tiene distintos síntomas.
Los pacientes con síntomas leves de COVID acuden a los centros médicos ante la falta de test en las farmacias. Esto provoca la saturación de la Atención Primaria y de las urgencias españolas.
La vacunación contra el Covid en los más pequeños ya ha comenzado en todas las regiones españolas, aunque los aumentos también. Por eso, muchas familias temen que los contagios lleguen a sus hogares justo antes de las fiestas de Navidad.
Es cierto que el riesgo de contagio estas Navidades es mucho menor ya que, hay un gran porcentaje de la población vacunada pese a un resquicio de población antivacunas y con la incógnita de cómo recibirán la vacuna los niños.
Esta Navidad sigue siendo como la anterior. Aunque casi un 90 % cuente con dos dosis de la vacuna y se estén comenzando a inyectar terceras dosis, lo prudente si nos reunimos será hacernos un par de test de antígenos.
Un escenario probable es que cabalgue una ola sobre otra, la de ómicron sobre la de delta. Ya pasó el año pasado, y puede volver a pasar. Seamos responsables estas Navidades.