Siempre que sea posible, debemos cambiar los patrones de consumo e integrar en nuestra rutina hábitos sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, con el objetivo de reducir la contaminación. Solo así lograremos reconducir el calentamiento global.
Según un estudio reciente, la contaminación acústica provoca 12 mil muertes prematuras en toda Europa y produce problemas en la calidad de vida de 22 millones de habitantes europeos.
Además de la pérdida de audición, los altos niveles de ruido provocan problemas psicológicos, como insomnio, estrés o ansiedad, pero también fisiológicos, como aumento de la frecuencia cardíaca o colitis e incluso la muerte.