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Un nuevo estudio arroja luz sobre una realidad muchas veces ignorada: la cultura no solo entretiene, también cura. Al menos, así lo consideran las personas mayores que residen en municipios pequeños.
Según el informe “La percepción del impacto de la cultura en el ámbito rural en España”, elaborado por Reale Seguros, el 96 % de los mayores de 65 años opina que ayuda a combatir el aislamiento y la soledad no deseada en los pueblos.
Cultura que une y acompaña
Este dato, que supera en seis puntos la media general de todos los grupos de edad, pone de relieve el papel fundamental que juega este aspecto como elemento de cohesión y bienestar, especialmente en zonas donde la vida puede ser más silenciosa y solitaria. La encuesta, realizada a una muestra representativa de personas entre 18 y 75 años en todas las comunidades autónomas, buscaba precisamente conocer cómo se percibe el impacto de la cultura en la vida rural.
Los resultados no dejan lugar a dudas: las personas mayores no ven en este ámbito solo un pasatiempo, sino una herramienta de salud emocional y social.
Cuando se les pregunta por las actividades culturales más beneficiosas, los mayores de 65 años lo tienen claro: los espectáculos en vivo, como obras de teatro, conciertos o recitales, ocupan el primer lugar, con un 70% de menciones. Muy cerca le siguen los talleres creativos como manualidades, fotografía, escritura, con un 69 %, que permiten no solo aprender sino también compartir y conectar con otras personas.
Estas actividades, lejos de ser anecdóticas, tienen un efecto real en la percepción de comunidad. De hecho, el 95 % de los encuestados en este grupo etario cree que esté ámbito ayuda a reforzar el sentimiento de pertenencia en los pueblos. Un dato incluso más elevado que entre los jóvenes de 18 a 34 años, donde este porcentaje se sitúa en el 85 %.
Pero el papel integrador no se limita a las personas mayores. La inmensa mayoría también ve en las actividades culturales una herramienta útil para incluir a otros colectivos vulnerables, como personas migrantes o con discapacidad. Esta cifra vuelve a superar a la registrada entre los más jóvenes, lo que sugiere una visión más amplia y comprometida de los mayores sobre los beneficios sociales que tiene este ámbito.
Una mejora tangible en la calidad de vida
Más allá de su función social, la cultura también incide directamente en la calidad de vida. Así lo indica el 82 % de los mayores, quienes afirman que su bienestar mejora “mucho” o “bastante” cuando tienen acceso a este tipo de propuestas. En comparación, solo el 74 % de los jóvenes de entre 18 y 34 años comparte esta percepción, mientras que la media general del estudio se sitúa en el 80 %.
Este dato refuerza la idea de que las actividades culturales no solo entretienen, sino que mejoran el estado anímico, previenen el deterioro cognitivo y fomentan una vida activa y conectada, incluso en entornos con menor densidad de población.
Una iniciativa con vocación transformadora
El estudio forma parte de la iniciativa Cultura con Impacto, impulsada por Reale Foundation, la fundación corporativa de Reale Seguros. Este programa nace con el objetivo de dar visibilidad y apoyo a proyectos culturales en territorios donde la oferta es escasa pero la necesidad, evidente.
La investigación responde al compromiso de la aseguradora por generar un impacto positivo en los territorios donde opera, buscando siempre “devolver valor” a la sociedad. En este caso, poniendo el foco en la cultura como herramienta de transformación en el entorno rural.
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