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El pueblo más frío de España no se encuentra en los Pirineos ni en la Sierra Nevada, sino en Molina de Aragón (Castilla-La Mancha), en la provincia de Guadalajara.
Molina de Aragón, considerado uno de los vértices del Triángulo del Frío junto a Calamocha y Teruel, situado a una altitud de 1.060 metros.
En enero, su mes más gélido, las temperaturas mínimas promedio rondan los -3,5 ºC, y la nieve cubre el paisaje durante unos cuatro días al mes. Además, casi el 80 % de los días en enero se registran heladas, según información de eltiempo.es.
En 1952, este pueblo congelado alcanzó la asombrosa temperatura de -28,2 ºC. No obstante, en verano, los termómetros pueden llegar a acercarse a los 40 ºC, logrando así un equilibrio climático notable. Además de su clima extremo, Molina de Aragón se distingue por su valioso patrimonio monumental y se presenta como un destino turístico altamente atractivo.
¿Qué puedo visitar en Molina de Aragón?
En lo alto de la colina se erige el majestuoso Castillo de Molina de Aragón, que domina el valle y es el más grande que se conserva en Guadalajara. Su muralla exterior rodea tanto el burgo como la fortaleza, los cuales han sido testigos de numerosas civilizaciones desde el siglo XII hasta mediados del siglo XIX. La alcazaba árabe, que fue conquistada por los cristianos, dio origen a la construcción de la Torre de Aragón y el patio de armas, elementos clave en las estrategias militares, según informa la página web del Ayuntamiento de Molina.
A lo largo de los siglos, numerosas reformas y reconstrucciones han dado lugar a una estructura única. Al pasear por el Patio de Armas, podrás observar la influencia árabe, los arcos medievales y las almenas que fueron restauradas por los carlistas. Desde la cima de sus torres, se pueden disfrutar de vistas impresionantes de las cadenas montañosas y de la villa medieval de Molina.
El Prao de los Judíos
Adyacente a la muralla se sitúa el Prao de los Judíos, un yacimiento arqueológico habitado desde la época Califal hasta el siglo XV. Este lugar revela conexiones sobre los antiguos habitantes, como el notario judío Samuel.
Pasear por el casco histórico
Explorar el casco histórico de Molina es sumergirse en su rico patrimonio, que incluye el Monasterio de San Francisco, la iglesia de Santa Clara con su estilo románico y la de San Pedro, de estilo renacentista. El puente viejo, construido entre los siglos XII y XIII, atraviesa el río Gallo. Además, en el municipio se encuentra un Parador Nacional que ha sido renovado.
Molina de Aragón, que forma parte de la Ruta del Camino del Cid, es un destino que deja una impresión duradera, especialmente recomendado para quienes aprecian la naturaleza, el patrimonio, las tradiciones y la auténtica gastronomía. Su ubicación le permite conectarse con otras joyas de la historia española.
Parque Natural del Alto Tajo
Molina de Aragón se encuentra a 35 kilómetros en automóvil del Parque Natural del Alto Tajo, que es la mayor red continua de cañones y hoces en Castilla-La Mancha. Según información de Turismo de Castilla-La Mancha, el parque cuenta con cinco áreas principales: el nacimiento del Río Cuervo, las lagunas de Taravilla y Valtablado, así como las salinas de Armallá y Saélices.
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