El mar no rompía en el Castillo de Doña Blanca

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02/06/2021 - 13:20

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El Yacimiento del Castillo de Doña Blanca, ubicado en El Puerto de Santa María (Cádiz), presenta una importancia singular en el panorama de la investigación protohistórica no solo peninsular sino mediterránea. Recientemente, la Universidad de Cádiz (UCA) ha desvelado que, en contra de lo que se pensaba hasta ahora, que la ciudad estaba en la línea de costa, se situaba alejado del mar.

Un paseo de seis mil años, que los investigadores quieren proyectar hacia el futuro

El Castillo de Doña Blanca se encuentra flanqueado por el norte por la Sierra de San Cristóbal y por el sur por una amplia y extensa llanura de marismas y salinas formada por depósitos fluviales del Guadalete. Hasta ahora, siempre se pensó que esta llanura formó parte de la Bahía de Cádiz, por lo que el mar podía haber llegado hasta la base del cerro en el que se situó el primer asentamiento.

El yacimiento tiene forma de colina amesetada de planta casi rectangular, mide 6’5 hectáreas de extensión y se eleva 31 m. sobre el nivel del mar. Su relieve es totalmente artificial y se ha formado por la superposición de depósitos y construcciones que se han ido acumulando a lo largo del tiempo alcanzando en algunos puntos hasta 9 m. de estratos arqueológicos.

Junto a su espectacular grado de conservación, el yacimiento guarda para la investigación las claves para la correcta interpretación de la problemática de la presencia fenicia en la Bahía de Cádiz, su interrelación con los pueblos indígenas y los aspectos cronológicos relacionados con ésta.

Una sistema milenario muestra la evolución de la zona

Los fenicios ya vivían en la Bahía de Cádiz en el primer milenio. Al norte de ella, junto al río Guadalete, construyen un asentamiento urbano, el actual yacimiento de Doña Blanca. A sus pies la actual Bahía de Cádiz. Bueno, no exactamente a sus pies. Francisco Javier Gracia Prieto, catedrático e investigador participante en el proyecto, ha explicado al digital Nius "que el mar rompía a los pies de Doña Blanca, no". "El mar debió llegar a esa zona en fechas más tempranas. Para cuando llegaron fenicios y cartagineses la línea de costa estaba mucho más cercana a la actual de lo que hasta ahora se pensaba. Aquello ya era zona fluvial".

El catedrático de la Universidad de Cádiz ha querido comprobar si en el futuro la tierra continuará avanzando sobre el mar, o si los cambios producidos por la naturaleza, o el cambio climático, cambiarán esta tendencia.

Para ello, su trabajo ha analizado cómo ha cambiado la bahía en los últimos seis milenios. Haciendo uso de un georradar, combinándolo con imágenes aportadas por los drones, y tomando cilindros de muestras a más de diez metros de profundidad para estudiar la sedimentación en la zona. De esta forma ha llegado a cuatro mapas, una especie de Google Maps milenario que muestra la evolución de la zona.

"Hace más de seis milenios el mar se adentraba más en el terreno"

Yacimiento del Castillo de Doña Blanca
Yacimiento del Castillo de Doña Blanca

“Aunque parezca que el nivel del mar ha bajado en esta zona, lo que ha ocurrido es que los sedimentos acumulados le han ganado terreno", ha aclarado Gracia Prieto.

"Hace más de seis milenios el mar se adentraba más en el terreno, y ha ido retrocediendo a lo largo de los siglos debido a dos factores que se relacionan entre sí. Por un lado, la deforestación, favoreció la erosión de los suelos y los aportes sedimentarios a la red de arroyos y torrentes de la cuenca del Guadalete. Por otro, hubo acumulación de sedimentos provocada por las inundaciones de este río en sus tramos bajos”, ha concluido.

¿Qué muestran esos mapas?

  • El primero de los mapas muestra cómo era la bahía gaditana hace 6.500 años, cuando el nivel del mar se mantenía estable y se generaron las primeras marismas de la zona.
  • En el segundo se observa la disposición geológica 3.000 años atrás, cuando el océano se retrajo poco a poco y el salobral abarcó cada vez más terreno.
  • El tercer mapa se sitúa hace 2.000 años e ilustra cómo avanzó este proceso, en el que la acumulación sedimentaria ‘rellenó’ la costa.
  • El último señala el estado actual de la bahía: la tierra ha ‘avanzado’ sobre la zona que antaño cubría el mar.

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