El valor del ahorro desde la infancia se aprende con una buena educación financiera

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16/10/2025 - 16:00
La educación financiera es importante en la infancia

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Ahorrar es una de esas habilidades que, cuanto antes se aprenden, más beneficios ofrecen a largo plazo. Enseñar a los hijos a gestionar su dinero no solo es una práctica cada vez más extendida, sino que cuenta con el respaldo de entidades financieras y organismos públicos que destacan su importancia para el futuro económico de las nuevas generaciones. Según datos del Banco de España, la educación financiera temprana permite que los niños desarrollen una mayor responsabilidad y comprensión de conceptos como ingresos, gastos y planificación.

Hoy, muchos padres deciden abrir una cuenta bancaria para sus hijos como herramienta de aprendizaje. Lo hacen con la idea de enseñarles a manejar un presupuesto, entender el valor del dinero y fomentar hábitos de ahorro. En un entorno digital cada vez más complejo, estas cuentas se han adaptado para ofrecer seguridad, control parental y funciones educativas.

Cómo ayuda una cuenta infantil a fomentar la educación financiera

Las cuentas para menores no son simples productos bancarios; representan una oportunidad para acompañar a los niños en su primer contacto con el sistema financiero. El Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), a través de su portal Finanzas para Todos, recuerdan que la educación financiera debe ir adaptándose a la edad. En los primeros años, los aprendizajes suelen centrarse en el equilibrio entre gastar y guardar. Ya en la adolescencia, el enfoque se traslada a nociones de responsabilidad económica, presupuestos personales y metas de ahorro.

Estas cuentas permiten:

  • Programar una paga mensual supervisada por los padres.
  • Establecer objetivos de ahorro visibles para los menores.
  • Controlar los movimientos en tiempo real.
  • Introducir prácticas de consumo responsable, como saber distinguir entre compras necesarias y caprichos.

En definitiva, gestionar dinero propio —aunque bajo el control de los padres— se convierte en una forma práctica de educación financiera. Además, la experiencia de operar en una interfaz digital prepara a los menores para un futuro donde los pagos electrónicos y las transferencias online son la norma.

Las dos cuentas más recomendadas para menores en 2025

Según el comparador financiero HelpMyCash, la cuenta online para menores de BBVA y la cuenta Revolut 18 se posicionan como las mejores opciones del momento. Ambas están diseñadas para promover la autonomía infantil sin perder el control parental y promover así la educación financiera.

Cuenta online de BBVA para menores: BBVA ofrece una app adaptada a la edad del usuario y una tarjeta con límites de gasto. Los niños pueden revisar sus ingresos, hacer bizum dentro de parámetros de seguridad y ahorrar comisiones si viajan al extranjero. Los padres, por su parte, mantienen el control total: pueden programar su día de paga, revisar todos los movimientos al instante y domiciliar becas o ayudas. La entidad señala que su objetivo es fomentar el aprendizaje del uso responsable del dinero desde los primeros años.

Cuenta Revolut 18: Revolut apuesta por una experiencia más gamificada. Los padres pueden establecer límites de gasto, designar contactos de confianza y añadir otro adulto como coadministrador. La cuenta incluye la posibilidad de crear “desafíos” financieros, donde los menores ganan pequeñas recompensas al cumplir metas como ordenar la habitación o completar tareas del hogar. Además, permite pagos internacionales y operaciones instantáneas, lo que contribuye a familiarizarse con herramientas financieras globales.

Recomendaciones oficiales y buenas prácticas

El Ministerio de Educación y Formación Profesional, junto con el Banco de España, han emitido guías sobre cómo introducir la educación financiera en el entorno familiar. Sus recomendaciones incluyen:

  • Fomentar conversaciones cotidianas sobre gasto y ahorro.
  • Involucrar a los hijos en decisiones básicas, como elegir entre distintas marcas o comparar precios.
  • Usar herramientas digitales seguras para enseñar conceptos de planificación.
  • Supervisar los movimientos bancarios no como un control estricto, sino como una oportunidad de aprendizaje.

Estas prácticas son especialmente útiles si se combinan con plataformas como las que ofrecen BBVA o Revolut, ya que permiten seguir la evolución del ahorro del menor y reforzar la comprensión de metas a largo plazo.

Empezar a ahorrar nunca es demasiado tarde

Más allá de las cuentas infantiles, cualquier edad es buena para empezar a guardar dinero y fomentar la educación financiera. El ahorro es una costumbre que protege frente a imprevistos, facilita alcanzar objetivos y mejora la calidad de vida. Pero cuando esta enseñanza comienza desde la infancia, se convierte en una inversión educativa a futuro. Los niños aprenden que cada decisión financiera tiene consecuencias y que la constancia es la clave del crecimiento económico.

Por eso, enseñar a los hijos a ahorrar no solo contribuye a su bienestar futuro, sino que también fortalece el vínculo familiar en torno a valores de responsabilidad, esfuerzo y previsión. Con herramientas adecuadas y acompañamiento parental, las cuentas infantiles se convierten en el primer paso para formar ciudadanos financieros más conscientes y preparados para el mundo digital.

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