Las fuentes de energía convencionales nos cuestan más de lo que creíamos

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24/05/2021 - 17:00
Bombilla con gotas de agua

Lectura fácil

Según RethinkX, un grupo expertos independientes que se dedican a analizar el impacto y el panorama de la disrupción tecnología en los ámbitos sociales, existe una sobrevaloración por parte de los analistas del mundo y sus organizaciones entorno a las centrales eléctricas que funcionan con combustibles fósiles e hidroeléctricos.

Según el informe de RethinkX, esa sobrevaloración en estas industrias podría haber generado un efecto burbuja similar a la vivida con las inmobiliarias e hipotecas que derivaron en la crisis financiera de 2008 tras su caída.

Los hallazgos no sólo mejoran la posición de las energías renovables (eólica, solar) y el almacenamiento de baterías, sino que se demostró que su coste es mucho menor al que se creía. Incluso ya se está superando al gas, al carbón, y a la energía nuclear e hidroeléctrica.

Sin embargo, este informe cuenta que este hecho se encuentra ensombrecido por cálculos imprecisos basados en una métrica fundamentalmente incorrecta llamada LCOE, costo nivelado de la electricidad. El LCOE puede generar cálculos distorsionados en este tipo de estudios.

El informe titulado “The Great Stranding: Cómo las estimaciones inexactas de la corriente principal de LCOE están creando una burbuja de un billón de dólares en los activos de energía convencional fue escrito por Adam Dorr, científico social ambiental e investigador en RethinkX, junto con Tony Seba, cofundador del think thank y profesor de disrupción tecnológica de la Universidad de Stanford.

Sobrevaloración energética

Los investigadores argumentan que las evaluaciones y estudios convencionales de LCOE para energías convencionales como el carbón y el gas son falsas. De hecho, debido a las ineficiencias que estas formas de energía están presentando, la cantidad de electricidad producida por estas centrales convencionales decrece con el pasar del tiempo, en ocasiones de forma crítica.

El informe cuenta que la diferencia entre los costos reales y los hechos a través del LCOE es tal, que los análisis convencionales subestiman el costo real por kilovatio-hora hasta en un 400 por ciento.

Esto traduce en que los billones de dólares que se invierten, sumado a los subsidios gubernamentales, están soportados por una exageración basada en sobreinflaciones sistemáticas de su poder de generación real. El informe añade que dichas estimaciones se encuentran apoyadas por las fuentes de información más autorizadas del mundo en cuanto a energía se trata: la Agencia Internacional de Energía (IEA) y la Administración de Información Energética (EIA) de los EEUU.

Un ejemplo

La EIA argumenta que las centrales eléctricas de carbón poseen un factor de capacidad del 80 por ciento durante la totalidad de su vida útil, es decir 2060. Sin embargo, la realidad es que su capacidad es mucho menor según el informe de RethinkX.

En el país de las barras y las estrellas, el factor de capacidad promedio de sus centrales en la década pasada fue cercano al 67 %. Para el 2020 había caído al 40 %, la mitad de lo que dice la evaluación oficial del LCOE. Significa que el costo real de la electricidad producida por estas plantas es realmente alto cuando se corrige, pasando de 7,6 centavos por kilovatio por hora que marca la EIA a pasar a costar 32,4 centavos de dólar.

Los mismos patrones se observan en otras áreas energéticas, la EIA calcula el factor de capacidad del gas en 20 años de vida útil un 87 por ciento, cuando en 2020 fue del 58. Lo que significa que el costo es un 60 por ciento más alto.

Adam Dorr explica: “Nuestra investigación revela las mismas suposiciones erróneas sobre el factor de capacidad para las plantas de energía nuclear, hidroeléctrica y de gas natural que muestran costos de equilibrio de su electricidad que son mucho más bajos de lo que realmente son” añade que esto hace lucir a las plantas mejores inversiones de las que serían mostrando el costo real.

El escenario planteado por el estudio es que en 10 años el costo será 9 veces más alto para el carbón, 5 para el gas, 14 para la energía nuclear y 9 para la hidroeléctrica. No solo afecta las inversiones, sino la creencia de que estas energías son más baratas que las renovables.

Indistintamente no pueden competir

El informe añade que, indistintamente de utilizar los cálculos inexactos del LCOE, las energías convencionales como el gas, el carbón y la energía nuclear no pueden competir con la combinación SWB (Solar, eólica y batería), lo explican así en el informe: "La energía solar y eólica alcanzaron la paridad de costos y se volvieron más baratas que el carbón, el gas, la energía nuclear y la energía hidroeléctrica varios años antes de lo que informaron los principales analistas".

Tony Seba comentó que los costos totales de una nueva planta de energía solar o eólica ya está por debajo del costo operativo de una de la generación convencional. Seba comenta del posible devenir de la situación: “Una vez que la divergencia entre el LCOE erróneo y los costos nivelados reales sea imposible de negar para los operadores tradicionales, los mercados financieros serán rápidos y los billones invertidos en fondos de pensiones, jubilaciones y donaciones podrían perder valor”.

Un 99 por ciento, eso fue lo que bajó el índice de carbón Dow Jones de EEUU entre 2011 y 2020, podría ser perfectamente el ejemplo de lo que está por venir.

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