Un enfermo terminal de párkinson suplica que le dejen morir

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
03/07/2019 - 10:47
Morir eutanasia párkinson

Lectura fácil

Cansado de no poder valerse por sí mismo, un vecino de Barcelona pide que legalicen la eutanasia para que pueda morir "dignamente".

Antoni Monguilod dice que sus doctores entienden su petición pero no pueden ayudarlo porque la muerte asistida no está permitida en España.

Suplica que legalicen la eutanasia para "dejar de sufrir"

Antoni Monguilod, de Malgrat de Mar (Barcelona) fue diagnosticado de párkinson hace doce años y ya no puede valerse por sí mismo.

Por ello, suplica a los políticos que legalicen ya la eutanasia para dejar de "sufrir" y morir "dignamente". Además, lucha por que reconozcan que decidir sobre la muerte "es un derecho fundamental".

Monguilod no quiere que esta situación "se alargue en el tiempo"

Trabajó toda su vida de electricista, editó la revista Som-hi, publicación local de Malgrat de Mar, y también estuvo implicado en el ayuntamiento y en las juntas de los colegios de sus hijos.

Acompañado por su esposa, que le atiende las 24 horas y le ayuda a comunicarse, Monguilod, de 74 años, ha explicado a Efe que los médicos le han dicho que comprenden su petición pero que no pueden hacer nada para ayudarle porque la muerte asistida no está permitida en España.

La esposa y los cuatro hijos del enfermo comprenden y asumen la petición

Nuestro protagonista no les quiere "comprometer ni que tengan problemas" cuando se muera, como ha pasado con María José Carrasco, de quien la esposa del enfermo, Magdalena, ha dicho que "fue muy valiente".

Ángel Hernández, marido de María José Carrasco, fue investigado por cooperación al suicidio y más tarde la Audiencia de Madrid ordenó instruir el caso como violencia machista.

"Tenemos las manos atadas"

Monguilod, que no se ha planteado viajar a otro país, como Suiza, donde está regulado el suicidio asistido, porque no pueden costear el traslado, ha escrito un testamento vital para dejar su cuerpo a la ciencia, aunque lamenta que no le hayan permitido dejar escrito su deseo de morir cuando él lo decida.

"Estamos todos con las manos atadas, así que tendremos que esperar a que llegue su hora", ha afirmado Magdalena. Las muestras de apoyo a la familia han sido muy numerosas, especialmente después de la publicación de una carta en varios periódicos en la que el enfermo relataba su situación y exigía la despenalización de la eutanasia.

"He llegado al punto de no poder valerme por mí mismo y tengo que depender de otras personas, sobre todo de mi esposa. Y como sé que esto no tiene solución y la quiero mucho y no quiero que pierda la salud cuidándome, he decidido poner fin a esta situación", narraba la misiva. Su dependencia es tal que su mujer no puede cuidar sola de él, de forma que le ayudan tres personas en distintas horas del día.

Su esposa también ha explicado que siempre han sido "muy creyentes", pero que "los tiempos han cambiado mucho", por lo que se ha mostrado convencida de que "hay organizaciones religiosas que estarán de acuerdo" con lo que piden. Monguilod ha criticado que "defender esto no da votos a los partidos" y ha deseado que su petición ayude a presionar a favor de la aprobación de una nueva ley y a que su denuncia sea compartida por otros enfermos terminales. Aun así, ha declarado que no cree que llegue a ver con vida ningún cambio sustancial que comporte la despenalización de la eutanasia, a lo que su mujer ha respondido: "Ya se verá, porque las generaciones de jóvenes, como nuestros nietos, estoy segura de que van a luchar mucho".

Añadir nuevo comentario