27/06/2019 - 11:26
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El Consejo de la Xunta comienza con el trámite para aprobar antes de final del 2019 una norma que busca favorecer el retorno de emigrantes, fomentar la natalidad y devolver la vida los pequeños municipios.
Se trata de la primera ley en España contra la despoblación. En el se contemplan el reparto de ayudas específicas para que 20.000 gallegos regresen del extranjero, la exención del pago de determinados impuestos en el medio rural, que existan más servicios asistenciales para ancianos e iniciativas para mejorar la conciliación laborar y familiar de hombres y mujeres.
Actualmente, más de 519.000 gallegos se encuentran viviendo fuera de España. 150.000 han nacido en Galicia y el resto son descendientes de emigrantes.
Suponen el 25% de la población española residente en el exterior
La Xunta quiere favorecer su retorno con ayudas específicas, especialmente para jóvenes y familias con hijos. Nos encontramos ante uno de los ejes que amplía la estrategia de Retorno 2020, que fue aprobada hace un año.
El objetivo es que regresen 20.000 gallegos hasta 2020, entre los que 12.000 de ellos son mejores de 45 años.
El hecho de agrupar dentro de la norma la Ley de Apoyo a la Natalidad y de Impulso Demográfico, que cuenta con 105 artículos y una treintena de medidas nuevas, y puesto que algunas ya se han puesto en marcha, supone que se blinden de manera que sea muy difícil revertirlas si el Gobierno o las prioridades presupuestarias cambian,explican en la Consellería de Política Social.
La prioridad: que los gallegos vuelvan a su lugar de origen y acoger a quién desee vivir en estas tierras
Las medidas contemplan becas de excelencia de hasta 11.475 euros para hacer un máster para licenciados menores de 40 años;ayudas de 5.000 euros para FP, y subvenciones para retornados que quieren convertirse en emprendedores.
Por otro lado se mantienen los fondos para que los emigrantes puedan arrancar cuando regresan y se contempla ahora expresamente entre los beneficiarios a las familias con menores, que tienen 1.000 euros más por cada hijo y 1.200 euros a partir del tercero.
Hay también incentivos para las empresas que contraten a emigrantes y ayudas laborales que se incrementan si el beneficiario es retornado, porque se consideran "colectivo preferente".
Para el retorno se prevén más de 15 millones de euros anuales en ayudas específicas y 235 millones en ayudas transversales.
En 2018, Galicia registró un saldo vegetativo de -15.854 personas. Al menos la caída se ha visto aminorada gracias a la inmigración, que contó con un saldo positivo de 13.136 personas.
Es por eso que la Xunta ha visto en el retorno de los emigrados una oportunidad para paliar el hecho de que las muertes superen a los nacimientos. Se estima que el 28% de las personas establecidas en Galicia durante el 2018, procedían de Venezuela.
Búsqueda de un equilibrio en todo el territorio Gallego
Se acogerá como ley las rebajas impositivas para las familias del mundo rural. Se afianza la política de impuestos cero para las transmisiones de suelo rústico, agrupaciones de fincas rústicas o transmisión de explotaciones ganaderas.
También los jóvenes y las familias numerosas no pagarán los impuestos de Transmisión Patrimonial y Actos Jurídicos Documentados para compra de vivienda habitual en pequeños municipios.
Y habrá bonificaciones fiscales para la activación de suelo industrial en el medio rural y la rehabilitación de cascos históricos. Todo para que los gallegos quieran volver a su tierra
Medidas para favorecer a nuestros mayores y enfermos
Se generalizan los autobuses itinerantes que atienden a enfermos de alzheimer y dan servicios de oftalmología y podología a los gallegos más ancianos (y a los que vivan allí).
Ahora funcionan como proyecto piloto en 20 ayuntamientos, pero ponerlo en la ley permitirá que se haga de forma continuada para reducir la dispersión territorial.
Se incentivará que las personas mayores puedan ser voluntarias en ONG y proyectos que aporten un valor añadido a la comunidad.
Primordial el apoyo a la familia y a su creación
Se establecerá una renta familiar estandarizada, de modo que el nivel económico de los hogares se calcule de la misma manera para acceder a todas las ayudas públicas. Ya que actualmente hay diferentes umbrales en función de la ayuda.
La cuantía del cheque bebé que la Xunta concede ahora por cada hijo es de 1.200 euros al año, y será mayor para los padres que vivan en el medio rural.
Se dará prioridad a la conciliación a la hora de acceder a los contratos públicos para las empresas que más fomenten la conciliación entre sus trabajadores promoviendo la flexibilidad horaria o el teletrabajo.
Además los edificios de nueva construcción, como centros comerciales o locales de hostelería, deberán contar con cambiadores de bebés en los baños de hombres y mujeres.
Y en los nuevos edificios públicos tendrá que haber, además, sala de lactancia. Se establecen ayudas para que los edificios ya existentes puedan dotarse con este equipamiento.
Muchas son las medidas aprobadas, y puestas en marcha para que los gallegos acaben con la despoblación de esta zona de la península.
La España vaciada es un problema que nos asola, y propuestas como éstas dirigidas a todo el que quiera ocupar zonas mas rurales son de gran ayuda para este problema.
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