Según Médicos Sin Fronteras (MSF), a la ofensiva en Gaza se suman las bajas temperaturas que han causado la muerte de bebés y un aumento de enfermedades respiratorias, especialmente entre los niños.
La campaña de vacunación contra la polio en Gaza ha vacunado a más de 550.000 niños, aunque algunos no pudieron ser alcanzados por la falta de acceso en el norte.
Rahim Teshome huyó de su casa en Beirut debido a los ataques entre Israel e Hizbulá. La guerra ha destruido su hogar y ha afectado a todo Líbano, donde miles de personas, incluidos refugiados, están escapando del conflicto.
El gobierno de Benjamín Netanyahu respondió de inmediato contra Gaza. Los bombardeos de represalia prácticamente no han parado en un año, desde aquel “fatídico 7 de octubre”.