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Al menos 21.000 niños en Gaza han adquirido una discapacidad desde el inicio de la guerra entre Hamas y el ejército de Israel en octubre de 2023. La violencia, junto a la falta de servicios médicos y recursos básicos, ha dejado a miles de menores con daños permanentes y a muchos más sin acceso a la atención necesaria para sobrevivir y desarrollarse.
La crisis de los niños Gaza y la discapacidad
Desde el inicio de la guerra entre Hamas y el ejército de Israel en octubre de 2023, al menos 21.000 niños en Gaza han adquirido algún tipo de discapacidad. Estas se deben a heridas provocadas por disparos o bombas, así como por enfermedades, malnutrición, falta de agua y graves deficiencias en el sistema de salud.
La violencia ha dejado también un saldo de 18.000 niños fallecidos y 40.000 heridos de diversa gravedad. Entre ellos, alrededor de 10.000 presentan daños permanentes que afectarán su vida futura.
Antes del conflicto, aproximadamente 52.000 personas con discapacidad en Gaza tenían acceso a servicios comunitarios de atención. Sin embargo, la destrucción de hospitales y clínicas ha reducido drásticamente estas opciones.
Hoy solo 2.500 personas pueden recibir algún tipo de tratamiento o terapia. La falta de profesionales médicos y de infraestructuras ha agravado las discapacidades preexistentes, incrementando la vulnerabilidad de muchos niños y adultos.
Acceso limitado a la ayuda
El informe de la ONU señala que la destrucción de hospitales, centros de rehabilitación y dispositivos de asistencia ha aumentado la mortalidad entre las personas con discapacidades. La carencia de agua, alimentos y atención médica provoca un riesgo adicional para quienes ya enfrentan limitaciones físicas.
Los refugios y campamentos para desplazados no están preparados para atender sus necesidades, y las evacuaciones se realizan frecuentemente en condiciones indignas.
Pérdida de dispositivos y movilidad
El 83 % de la población con discapacidad ha perdido elementos básicos como sillas de ruedas, muletas, audífonos y bastones. Recuperarlos es casi imposible debido al bloqueo y a la destrucción de infraestructuras.
Esta situación dificulta la movilidad y aumenta la dependencia de familiares o voluntarios para realizar tareas básicas, exponiendo a estas personas a riesgos graves durante los bombardeos y desplazamientos forzados.
Violaciones de derechos humanos
La violencia no se limita a Gaza. En Cisjordania y Jerusalén Este, al menos siete personas con alguna incapacidad han sido asesinadas durante ataques de colonos o fuerzas de seguridad.
Además, bloqueos en carreteras y restricciones de movimiento impiden el acceso a hospitales y centros de rehabilitación, perpetuando la exclusión de este colectivo en la distribución de ayuda humanitaria y generando situaciones de maltrato físico y psicológico en algunos centros de detención.
El Comité de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad exige la evacuación urgente de miles de personas atrapadas en Gaza y pide el fin del bloqueo a la asistencia humanitaria. También solicita que se detenga la distribución militarizada de ayuda y que se garantice la protección de civiles durante los ataques.
La situación de los niños y adultos con discapacidad evidencia la necesidad de acciones inmediatas para proteger su vida, su movilidad y su acceso a servicios esenciales.
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