Qué pasa ahora con la gestación subrogada en Ucrania

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10/03/2022 - 19:00
Pies de un bebé para ilustrar un texto sobre la gestación subrogada en España

Lectura fácil

Ucrania se ha convertido en el país preferido por las parejas que desean un hijo por gestación subrogada. El coste de esta práctica -a mitad de precio que en Estados Unidos- y la laxa legislación en la materia han impulsado el crecimiento de este negocio en Ucrania, el segundo país más pobre de Europa.

En la primavera de 2020, unas imágenes insólitas dieron la vuelta al mundo: cientos de bebés gestados por madres de alquiler ucranianas esperaban a que sus padres llegaran desde el extranjero para recogerlos. Sin embargo, las restricciones sanitarias no lo permitieron. Esta imagen, que dio la vuelta a medio mundo puso en evidencia la parte más oscura de esta industria.

Los pequeños tuvieron que esperar semanas a que sus padres pudieran ir a recogerlos, algo que está volviendo a repetirse con la actual guerra que ha emprendido Putin contra el país.

Ucrania es hoy el epicentro de la gestación subrogada

La pobreza que asola a Ucrania ha sido el acicate que ha hecho crecer el número de madres de alquiler como medio para ganarse la vida. Pese a que cada pareja paga entre 40.000 y 60.000 euros por el paquete de gestación subrogada, a las madres gestantes solo les pagan unos 13.000 euros, una cantidad equivalente en Ucrania al salario de cinco años. 

A la situación de pobreza que sufre el país, se suma una laxa legislación. La actividad comercial está autorizada, pero la gestación subrogada y la donación de óvulos carecen de regulación. Las madres de alquiler no están amparadas legalmente, en particular si el embarazo da algún problema. Algo que ahora se agrava ante la preocupante situación que vive Ucrania.

Ucrania intenta sobrevivir en el caos: bombardeos en las grandes ciudades, las tropas de Putin avanzando hacia Kiev y centenares de miles de personas huyendo a Polonia y otros estados fronterizos. En estos momentos todo lo relacionado con Ucrania está pendiente del ataque ruso. También los procesos de gestación subrogada.

Los bebés están desamparados

No hay datos oficiales, pero según varias fuentes habría al menos 30 mujeres ucranianas que actualmente están embarazadas y gestando en su vientre a niños de parejas españolas.

La invasión de Rusia a Ucrania ha dejado a varios recién nacidos en tierra de nadie. Distintas parejas habían recurrido a la gestación subrogada en Ucrania y ahora no pueden acudir en busca de los bebés.

La vida se abre paso entre la oscuridad de escondites improvisados. Con todos los edificios gubernamentales cerrados a cal y canto, nadie ha podido registrar a los recién nacidos, por lo que a efectos legales aún no existen.

Ahora mismo hay muchos padres españoles sin saber qué hacer. Habían iniciado el proceso hace años y sus hijos han nacido en plena guerra o están a punto de hacerlo, pero no pueden viajar para traerlos a casa.

Desde la Plataforma por la Protección de la Infancia Nacida en Georgia y Ucrania (Apingu) piden no volver a la situación de 2020 que recordábamos al principio, generada por la Covid en la que se limitaron los movimientos y a las familias se les autorizaba la salida de Ucrania, pero no la entrada al país.

"Pedimos a Exteriores que, con carácter igualitario, vele por el derecho fundamental de los hijos -concebidos o ya nacidos- a la vida y la integridad personal, permitiendo el acceso a ellos desde España antes o después de su nacimiento en Ucrania, sin sanción o discriminación por su diferente modo de concepción", reclaman.

Contra la gestación subrogada

Ciudadanos es el único partido que se ha mostrado partidario de regular la gestación subrogada a través de un modelo altruista y garantista para proteger a las familias y a los niños resueltos de este proceso.

Diversos colectivos feministas se posicionan en contra. Al igual que otros años, el rechazo a los vientres de alquiler ha sido una de las reivindicaciones durante el Día Internacional de la Mujer.

La Red Estatal contra el Alquiler de Vientres considera esta práctica como una grave violación de los derechos y la dignidad de las mujeres y menores. "Es una forma de explotación reproductiva de las mujeres y convierte a los recién nacidos en objeto de transacción contractual y comercial", denuncian en su manifiesto.

¿Tú qué piensas?

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