Grados de dependencia en España en 2025: requisitos, diferencias y ayudas disponibles

En España si hablamos de grados de dependencia debemos de acudir al Boletín Oficial del Estado (BOE) a ver la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia. Allí se recoge todo lo relativo a la situación de dependencia, como los diferentes grados de dependencia que existen, cuales son los requisitos que se deben de cumplir y cuales son sus beneficios.

En primer lugar, debemos de tener en cuenta que el BOE define la dependencia como «el estado de carácter permanente en que se encuentran las personas que, por razones derivadas de la edad, la enfermedad o la discapacidad, y ligadas a la falta o a la pérdida de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, precisan de la atención de otra u otras personas o ayudas importantes para realizar actividades básicas de la vida diaria o, en el caso de las personas con discapacidad intelectual o enfermedad mental, de otros apoyos para su autonomía personal».

¿Qué es la dependencia y cómo se clasifica en España?

La dependencia es la necesidad de ayuda que tiene una persona para realizar actividades básicas del día a día, como alimentarse, asearse o moverse. En España, la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia (2006) establece tres grados de dependencia según la intensidad del apoyo que se requiere. En 2025, estos criterios siguen vigentes y se aplican tras una evaluación técnica individualizada realizada por los servicios sociales.

Los grados de dependencia son:

• Grado I (dependencia moderada): la persona necesita ayuda al menos una vez al día para alguna actividad esencial.
  
  
• Grado II (dependencia severa): la ayuda es necesaria varias veces al día, pero no requiere apoyo permanente.
  
  
• Grado III (gran dependencia): implica la necesidad de apoyo continuo y generalizado a lo largo del día.
  
  

Requisitos para solicitar el reconocimiento de alguno de los grados de dependencia en 2025

Para acceder a los beneficios de la Ley de Dependencia, hay que seguir un procedimiento específico. En primer lugar, es necesario presentar una solicitud ante los servicios sociales de la comunidad autónoma correspondiente. Junto con la solicitud, se deben aportar informes médicos, documentos de identificación y empadronamiento.

Una vez recibido el expediente, se realiza una valoración profesional, que incluye una visita al domicilio del solicitante (dependiendo de la comunidad autónoma) y entrevistas con la persona y sus cuidadores. Con los datos obtenidos, se asigna uno de los grados de dependencia oficial.

En 2025, se han digitalizado muchas partes del proceso, lo que ha permitido agilizar los plazos en algunas comunidades. No obstante, siguen existiendo diferencias territoriales en cuanto a tiempos de espera y recursos disponibles.

Beneficios y ayudas asociadas a cada grado de dependencia

Cada grado de dependencia da derecho a diferentes tipos de apoyos, tanto económicos como en forma de servicios. Entre los más comunes están:

• Teleasistencia
  
  
• Ayuda a domicilio
  
  
• Centros de día o de noche
  
  
• Atención residencial
  
  
• Prestaciones económicas para el cuidado en el entorno familiar
  
  

Las ayudas económicas varían según la renta de la persona beneficiaria, los grados de dependencia, su entorno familiar y la disponibilidad de servicios públicos en su comunidad. En 2025, se han actualizado las cuantías y baremos para adaptarlos al coste de la vida, y se sigue trabajando para mejorar la equidad en el acceso a estos recursos.