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Los problemas de salud mental van en aumento, pero su reconocimiento en los procesos administrativos sigue siendo limitado. Según datos de la consultora legal especializada ‘Fidelitis’, el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) rechaza más del 70 % de las solicitudes de incapacidad permanente relacionadas con enfermedades mentales. Una cifra que pone de manifiesto la dificultad para que estos casos sean valorados con el mismo peso que las dolencias físicas.
El INSS rechaza la mayoría de solicitudes de incapacidad permanente por causas mentales, según ‘Fidelitis’
Los profesionales de ‘Fidelitis’, abogados especialista en incapacidad laboral, aseguran que el Instituto Nacional de la Seguridad Social rechaza la mayoría de solicitudes de incapacidad permanente por causas mentales. Esto se debe a una serie de circunstancias específicas.
El INSS es el organismo administrativo encargado de otorgar el reconocimiento de una incapacidad permanente en España. Este organismo suele ser estricto a la hora de reconocer una incapacidad permanente a un trabajador. Así, son incluso más exigentes cuando se trata de una solicitud de incapacidad por causas mentales.
Hay que recordar que los trabajadores también pueden acudir a la vía judicial para solicitar la incapacidad permanente, siempre que se hayan agotado las posibilidades por la vía administrativa y mediante una demanda contra el INSS.
Salud mental: una causa infravalorada en los procesos de incapacidad
Trastornos como la depresión grave, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o la ansiedad crónica pueden afectar de forma severa la capacidad de una persona para trabajar. Sin embargo, en muchos procesos de evaluación, estas enfermedades no son consideradas con la suficiente seriedad. Según Fidelitis, muchas de las personas afectadas se enfrentan a informes médicos cuestionados, valoraciones rápidas y decisiones que no tienen en cuenta la complejidad del sufrimiento psíquico.
Los expertos advierten que existe un sesgo estructural que infravalora los trastornos mentales frente a los físicos. Esto no solo dificulta el acceso a una pensión por incapacidad, sino que también genera una carga emocional añadida para quienes ya atraviesan una situación límite.
Obstáculos en el proceso de solicitud ante el INSS
El procedimiento para solicitar una incapacidad permanente ante el INSS es complejo, y en el caso de enfermedades mentales, aún más. A menudo se exige una acumulación de informes médicos, visitas a tribunales médicos y revisiones continuas. Incluso cuando existe un diagnóstico claro, las personas deben demostrar de forma casi constante que su condición les impide desarrollar una actividad laboral.
La falta de formación específica en salud mental por parte de algunos evaluadores o tribunales médicos puede llevar a interpretaciones erróneas. Asimismo, existe una tendencia a considerar que, con tratamiento, todas las personas con trastornos mentales pueden reincorporarse al mercado laboral, lo cual no siempre es realista ni justo.
Hacia un modelo más inclusivo y justo
Desde diferentes asociaciones, se pide una revisión del sistema de evaluación de incapacidades para adaptarlo a las realidades actuales. La salud mental debe ocupar un lugar prioritario en las políticas sociales y de empleo. Reconocer estas enfermedades como limitantes reales para la actividad profesional es un paso necesario hacia la equidad.
Asimismo, se destaca la importancia de asesoramiento legal especializado, ya que muchos de los casos denegados acaban siendo reconocidos en vía judicial. Contar con apoyo durante el proceso puede marcar la diferencia entre el rechazo y la obtención del derecho.
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