La inflación impulsa a los españoles a preferir productos más baratos en sus compras

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24/05/2023 - 09:48
Mujer comprando tomates en el mercado

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La inflación es un concepto económico que se refiere al aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo. Es decir, implica una disminución en el valor adquisitivo de la moneda, ya que con la misma cantidad de dinero se puede comprar menos cantidad de bienes y servicios.

Puede tener diversas causas, como el aumento en los costos de producción, el incremento en la demanda de bienes y servicios, el aumento en los salarios de los trabajadores, la depreciación de la moneda o la política monetaria expansiva del gobierno, entre otros factores.

La inflación puede tener tanto efectos negativos como positivos en una economía. Entre los efectos negativos se encuentran la disminución del poder adquisitivo de los consumidores, el encarecimiento de los bienes de primera necesidad, la incertidumbre económica y la pérdida de confianza en la moneda. Por otro lado, algunos efectos positivos pueden incluir el estímulo a la inversión y al consumo, la reducción de la deuda real y el impulso a la actividad económica.

Pero hoy nos centraremos en estos efectos negativos ya que los consumidores españoles han reducido en 2022 la adquisición de productos frescos en su cesta de la compra debido a la importante subida de precio que han experimentado estos alimentos por el efecto de la inflación y en estos momentos priorizan las opciones más económicas frente a las de mayor coste. 

Así lo refleja el último Observatorio de Productos Frescos de Aldi en España, que pone de manifiesto que el año pasado el presupuesto anual de los hogares para la adquisición de productos frescos se situó en los 1.901 euros.

Compramos más chóped, patatas o naranjas que jamón, judías o kiwis debido a que son más económicos

En total, la fruta, verdura, pan, embutidos, carne, pescado fresco y huevos representaron un 43 % del gasto anual en alimentación de los consumidores españoles el año pasado (frente al 41 % del año anterior), lo que supone 35.625 millones de euros. De esta cantidad, el 36 % corresponde a frutas y verduras, las categorías que concentran un mayor gasto dentro de la cesta de frescos de los españoles.

Estas cifras, casi idénticas a las de 2021, son consecuencia de una bajada en la demanda (-7,4 %) de estos artículos por la espiral inflacionista, siendo pescados y mariscos (-14 %), las frutas y hortalizas (-8 %) y la carne fresca (-8 %) las categorías más afectadas.

Según el informe, los productos frescos experimentaron de media una subida del 8 % en 2022. Las categorías de producto que más se encarecieron fueron huevos (+20 %), frutas y hortalizas (+11 %) y carne fresca (+8 %); mientras que los artículos que protagonizaron un mayor incremento de precio fueron la sandía (+47 %), el salmón (+25 %), el pepino (+25 %), el melón y el plátano (+23 %), el calabacín y la piña (+22 %) y el melocotón y las fresas (+21 %).

Pescados y mariscos, la categoría más afectada

El observatorio constata además que los cambios de hábitos de consumo en los hogares está provocando que las compras de ciertas categorías de frescos se estén viendo afectadas. De hecho, un 60 % declara haber reducido la cantidad de determinados productos frescos que ha comprado en 2022.

De esta forma, el 84,6 % de los españoles reconoce que está reduciendo el consumo de pescado y marisco frescos. Por detrás aparecen la carne fresca (64,8 %), frutas (30,9 %), verduras y hortalizas (23,6 %) y huevos (13,8% ).

Respecto a las tendencias en la compra de frescos, el 62 % de estos productos que se comercializan en España se venden en supermercados o hipermercados debido a que se trata de un establecimiento muy valorado por el consumidor por su proximidad, calidad-precio y por la facilidad de realizar la compra completa.

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