Algunos juguetes sonoros y electrónicos, usados de forma inadecuada, dañan la audición

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01/01/2021 - 10:20
Una niña jugando. A la derecha, un niño pequeño con un audífono. / EL NORTE

Lectura fácil

La Confederación Española de Familias de Personas Sordas (Fiapas) afirma que se debe tener en cuenta la incidencia sobre la audición que puede tener el uso inadecuado de algunos juguetes o productos de ocio en niños y jóvenes.

Antes de comprar un juguete debemos tener en cuenta si puede dañar la audición de los más pequeños

Ante la proximidad de la festividad de Reyes, Fiapas advierte que, antes de comprar, hay que tener en cuenta si el juguete o aparato electrónico elegido puede dañar el oído de los más pequeños.

Como medida de prevención es necesario comprobar la intensidad del sonido que emiten juguetes y dispositivos, verificar si tienen control de volumen y botón de encendido o apagado.

También es importante, en el caso de juguetes infantiles, elegir los que no se tengan que utilizar próximos al oído y, en todo caso, tratar de que los niños no se los aproximen al mismo.

Los valores máximos de los sonidos emitidos no deberían superar los 80 u 85 dB y deben usarse a una distancia mínima de la cara de 25 centímetros

"El uso prolongado de juguetes o de juegos electrónicos, de forma no controlada, lesiona la audición de niños y jóvenes", asegura Fiapas. Por ello, también exigen vigilancia, control de volumen y de los tiempos de exposición productos tales como auriculares, reproductores de música, teléfonos móviles o videojuegos.

Juguetes para niños con problemas de audición

En el caso de los niños y niñas con sordera, erróneamente se interpreta que los juguetes más recomendables para ellos son los manipulativos, los que aportan estimulación visual o los individuales que no les exigen interactuar con otros, tal y como aseguran desde la confederación.

"Hoy en día", señala Fiapas en un comunicado recogido por Servimedia, "los niños sordos se diagnostican en los primeros meses de vida, llevan modernas prótesis auditivas y adquieren tempranamente la lengua oral de su entorno (el 97 % de ellos nacen en familias oyentes), por lo que sus opciones de acceso al juego, con la variabilidad individual que lógicamente existe en todo niño (con o sin discapacidad), son idénticas a las de cualquier otro niño".

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