La alergia de los mercados al nuevo Gobierno

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14/11/2019 - 11:21
Titulares-EFE

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Está levantando mucha polémica la decisión de Pedro Sánchez de aliarse con Pablo Iglesias y la formación Unidas Podemos para constituir Gobierno en España. Y no es para menos. Las amenazas que ha ido soltando, a lo largo de los últimos once años, el líder del partido de izquierdas - tanto a la banca como al sector empresarial - han hecho que los mercados y el consenso de inversores tiemblen. Preocupa la inversión extranjera, el techo de deuda, la reducción del crédito para el consumo y, sobre todo, el desempleo. Todos ellos, aspectos que se pueden ver gravemente perjudicados si al final se confirma la coalición.

Como ven en la imagen adjunta, la bolsa española se dio la vuelta nada más conocer la noticia e inundó de rojo los principales valores. Principalmente el sector bancario, centro de la diana de Iglesias.

En otro artículo profundizaremos como esa quiebra de la banca viene precedida por una atroz política del Banco Central Europeo, último gran dinosaurio socialista de la economía occidental, y, precisamente, lo que el propio Iglesias defiende para el ámbito nacional. Pero hoy me quiero centrar en los efectos negativos mencionados arriba que puede provocar el nuevo gobierno en los próximos años.

Inversión extranjera

No parece el Gobierno más estable para atraer inversión extranjera. Como hemos visto antes, los mercados nunca mienten. Ante una época de ralentización como la que viene, donde ya estamos viendo una reducción agresiva de la productividad, una política de aumento de gasto descontrolado (más de un 1% del PIB), unida a una subida de impuestos a las empresas, no parece la política más responsable. Para atraer inversión y riqueza en un ciclo donde, especialmente, se necesita inversión y riqueza, no se debe atacar y ahogar más a los propios generadores de recursos, sino darles facilidades para que puedan reestructurar sus procesos y así poder ajustarse a los costes.

Techo de deuda

Otro factor que se evalúa mucho a la hora de invertir es la capacidad de reducción de deuda que tiene una economía. En este sentido, partidos como PP y PSOE tampoco han sabido reducirla, pero es que la tendencia que propone Unidas Podemos parece destructiva. Se habla de una subida tremenda del gasto público (por favor, con confundir con gasto social) sin argumentación ninguna de cómo se va a sufragar dicho gasto. Está muy bien proponer medidas siempre y cuando se expliquen cómo se van a pagar, todo lo demás es populismo barato, algo a lo que recurre mucho el bueno de Iglesias, aprovechándose de la ignorancia financiera de la población. A lo que conducen sus medidas, es a un aumento tremendo de la deuda del país, que acabará afectando, ineludiblemente, a las futuras generaciones.

Reducción del crédito bancario

El sector bancario ha sido el más afectado por la noticia del nuevo Gobierno. Hemos visto, por ejemplo, caer más de un 10% a Bankia en tan sólo dos sesiones. No es nuevo que Iglesias quiere hacer pagar a la banca todo el importe del rescate, algo que, evidentemente, los pagarán los propios clientes. Pero mas allá de eso, vamos a ver un desplome de la concesión de créditos, por tanto, pymes y autónomos van a perder acceso a financiación. El crédito al consumo, de esta manera, tenderá a caer, haciendo que disminuya la recaudación. Y, como ya hemos visto en el pasado, es muy probable que esto se traduzca en un aumento del paro, tema del que hablaremos ahora.

Desempleo

Otra de las grandes promesas de Iglesias es la reforma laboral, donde se quiere reducir la temporalidad de los contratos y encarecer el coste del despido. Si no profundizamos como se debe, las medidas parecen buenas de cara a proteger al empleado, y esa es la idea que, precisamente busca transmitir el partido. Pero veamos qué puede pasar si excavamos en los efectos de dichas políticas.

Empecemos poniendo en situación el marco económico europeo, con primeros espadas como Alemania o Reino Unido en recesión técnica, podemos entender que el resfriado pronto llegará a España, si no lo ha hecho ya. Como decíamos al principio del artículo, la productividad ya se está viendo afectada y el desempleo está marcando los peores datos de los últimos tiempos. Con este panorama, si no flexibilizamos la contratación dando más elasticidad a las empresas, iremos a peor. El hecho de tratar de reducir la temporalidad lo que hace es que empresas que antes podían contratar, ahora se vean imposibilitadas a hacerlo, ya que, al ver reducida su productividad, no podrán afrontar los costes de contratos rígidos. Y lo mismo sucede con la subida del salario mínimo, empresas que antes podían ajustar sus costes con flexibilidad en los salarios de sus trabajadores, ahora no podrán hacerlo. Y creo que todos pensamos que es preferible dos contratos de, por ejemplo, 850 euros, que uno de 1200 euros.

Es evidente que debemos optar a salarios más altos, pero debemos dejar que el propio mercado lo haga, porque a través de la intervención y el arbitraje tendremos efectos secundarios, traducidos en mayor paro y menor productividad.

Lo tranquilizador con todo esto, es que para aprobar los presupuestos generales y toda la Ley Orgánica, no vale con la alianza PSOE-UP, ya que no suman mayoría absoluta, necesitarían del apoyo de ERC o JxC. Sin embargo, creo que es necesario poner en conocimiento el camino que estamos tomando para futuras decisiones como sociedad.

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