España impulsa una ley para frenar la deforestación vinculada al comercio internacional

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19/06/2025 - 12:30
España lucha contra los productos que causen deforestación

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El Gobierno de España ha dado un paso clave en la lucha contra la deforestación global. Este martes, el Consejo de Ministros aprobó el inicio del trámite para un anteproyecto de ley que busca asegurar que los productos comercializados en el país estén libres de deforestación, en línea con el reglamento europeo aprobado recientemente.

La propuesta fue presentada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y forma parte del compromiso de España con la sostenibilidad ambiental y la protección de los ecosistemas forestales a nivel mundial.

Un marco legal para aplicar el reglamento europeo contra la deforestación

El nuevo anteproyecto de ley tiene como objetivo principal garantizar que el reglamento de la Unión Europea contra la deforestación se aplique de forma eficaz en el territorio español.

Esta normativa europea prohíbe que se introduzcan, comercialicen o exporten productos que estén vinculados a la deforestación o a la degradación de bosques si no cumplen con tres condiciones clave:

  1. Que estén libres de la degradación de bosques.
  2. Que hayan sido producidos de acuerdo con la legislación del país de origen.
  3. Que estén respaldados por una declaración de diligencia debida.

Los productos afectados por esta regulación son aquellos asociados a siete materias primas que históricamente han tenido un alto impacto en este problema: carne de bovino, cacao, café, aceite de palma, caucho, soja y madera.

Calendario de aplicación para empresas

El reglamento europeo establece plazos específicos para que las empresas comiencen a cumplir con las nuevas exigencias.

  • A partir del 30 de diciembre de 2025, las empresas medianas y grandes deberán asegurar que sus productos cumplen con los requisitos establecidos.
  • Las microempresas y pequeñas empresas tendrán hasta el 30 de junio de 2026 para adaptarse.

Estos plazos permiten una adaptación gradual al nuevo sistema, al tiempo que presionan al tejido empresarial a implementar prácticas más sostenibles.

Creación de una oficina estatal especializada

Uno de los elementos centrales del anteproyecto es la creación de la Oficina de Lucha contra la Deforestación asociada al Comercio, que dependerá funcionalmente de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. Esta entidad será la autoridad estatal encargada de coordinar la aplicación del reglamento en todo el país.

Entre sus responsabilidades se incluyen:

  • La supervisión de los procedimientos de control.
  • La coordinación con las comunidades autónomas, que tienen competencias sobre los controles en el mercado interior.
  • La colaboración con la autoridad aduanera para controlar las importaciones y exportaciones.

Una estructura de gobernanza coordinada

Además de la nueva oficina, el anteproyecto contempla la creación de una comisión estatal para la comercialización de productos libres de deforestación, que funcionará como un foro de cooperación entre el Estado y las comunidades autónomas. Este órgano será fundamental para garantizar una aplicación uniforme de la normativa en todo el territorio nacional.

Asimismo, se regulará la planificación estatal de controles, siguiendo las directrices del reglamento europeo. También se pondrá en marcha un repositorio estatal de información, que facilitará el intercambio de datos entre administraciones y permitirá un seguimiento más riguroso de los productos en el mercado.

Un paso necesario ante una amenaza global

La aprobación de esta ley es una respuesta directa al riesgo ambiental que representa el comercio internacional no regulado. Estudios previos señalan que, sin medidas regulatorias como las impulsadas por la Unión Europea, el consumo y la producción en el bloque podrían causar la pérdida de aproximadamente 248.000 hectáreas de bosque al año hasta 2030.

Con esta iniciativa, España se posiciona como un actor comprometido con la sostenibilidad global y contra la deforestación, promoviendo un comercio más responsable y alineado con la protección de los ecosistemas forestales, esenciales para mitigar el cambio climático y conservar la biodiversidad.

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