La “mano invisible” que controla los medios

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19/12/2019 - 16:20

Lectura fácil

Como dice mi admirado Antonio Escohotado, Internet ha sido, de largo, el avance más importante de toda nuestra generación. Nos ha puesto un océano infinito de conocimiento directamente en nuestros bolsillos, con acceso libre y gratis desde cualquier parte del mundo; “Es como tener la biblioteca de Alejandría a nuestra disposición con un solo movimiento de dedo”.

Y no le falta ninguna razón, pero no olvidemos que de toda oportunidad crece un riesgo, y en este caso el riesgo puede convertirse en un arma destructiva. El conocimiento mal transmitido es un peligro del que se habla poco, incluso diría que es un peligro del que se sabe poco.

Escribo estas líneas porque esta semana se ha vuelto a censurar en las redes a un gran comunicador, Isaac Parejo, muchos le conoceréis como Infovlogger, y lo han hecho simplemente por denunciar posibles irregularidades en el caso de violación de los jugadores del Arandina. No voy a entrar en detalle ni comentar el suceso, porque quiero centrar el artículo en el descarado camino que están tomando las grandes redes sociales y los medios de comunicación hacia una corriente cuasi autoritaria. Es evidente que son empresas privadas y pueden seguir la política que les venga en gana, y por esa misma razón es importante que empecemos a destapar las líneas de actuación de los titiriteros que manejan la información de la que bebe la mayoría de la población.

Isaac no es el primer comunicador de tesis liberal y disidente del sistema que es censurado

UTBH, Alvise Pérez o Joan Planas son otros ejemplos conocidos, pero realmente son muchos más los silenciados. Parece que no interesa promover una corriente de cordura y coherencia ya que son muchas personas las que viven de la locura y la incoherencia. Hablo de partes del Estado, de chiringuitos, de movimientos ideológicos, de grupos de interés, de asociaciones… y todos ellos viven de mantener encendida la mecha de sus ideas y de crear la fragmentación necesaria para ello.

Hay una muy delgada línea entre respetar lo políticamente correcto y caer en una doctrina de masas. Con esta censura se quita la voz a la lógica para dársela a la demencia, recordemos que el veto de la libertad de expresión es lo más cercano al autoritarismo ¿o me equivoco?

Estamos viendo, por tanto, el peligro invisible derivado de poner la biblioteca de Alejandría en el bolsillo de toda la población y es que esa biblioteca parece vender sólo los libros que le interesan. Sin embargo, es la propia libertad que ellos censuran la que debe ser tu propia tumba porque las malas praxis suelen tener castigo en un libre mercado. En este sentido, todos tenemos una enorme responsabilidad en destapar y viralizar las peligrosas líneas de adoctrinamiento que se están llevando a cabo por grandes firmas como Youtube, Facebook o Twitter.

Es necesario que consumamos medios donde se respeten todas las opiniones y no se creen sectas ideológicas. Como siempre, dar las gracias a este periódico que siempre ha respetado y acogido mis ideas y la de otros muchos grandes columnistas.

Por fortuna, la doctrina privada, a diferencia de la pública, tiene solución, y ésta está en nuestras manos.

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