Las medusas provienen del mar de Liguria y su llegada a las costas españolas se debe a las corrientes marinas. Se trata de una especie invasora que puede causar problemas a los bañistas y al ecosistema marino.
La más alta tecnología militar naval española ya se ha puesto a disposición de la OTAN para proteger el Mediterráneo, y tiene nombre propio: Tramontana.
Un equipo del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía (ICMAN-CSIC), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha comprobado que una medusa mediterránea acabará sobreviviendo al cambio climático.