El Mediterráneo podría recortar un 40 % las importaciones fósiles para 2030 con biogás e hidrógeno

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26/10/2025 - 08:30
El Mediterráneo y el recorte de los combustibles fósiles

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El Mediterráneo podría reducir hasta un 40 % sus importaciones fósiles para 2030 gracias al impulso del biogás y el hidrógeno, según el informe Mediterranean Energy Perspectives 2025 de la OMEC. La región tiene la oportunidad de disminuir su dependencia energética, fortalecer su seguridad y avanzar hacia la neutralidad climática, con inversiones estratégicas que podrían convertirla en un exportador neto de energía en la década de 2040.

El Mediterráneo y su oportunidad energética de cara a las importaciones fósiles

El Mediterráneo se enfrenta a un momento clave en su historia energética. Según el informe ‘Mediterranean Energy Perspectives 2025’, elaborado por la Organisation Méditerranéenne de l’Energie et du Climat (OMEC), la región tiene la posibilidad de reducir las importaciones fósiles en un 40 % para 2030. Esta reducción se lograría mediante el desarrollo de gases renovables y el hidrógeno, y podría convertir a la cuenca mediterránea en un exportador neto de energía para la década de 2040.

El documento subraya que el Mediterráneo mantiene una dependencia significativa de los combustibles fósiles, lo que lo hace vulnerable tanto desde el punto de vista geopolítico como económico.

La transición hacia energías más limpias no solo representa una oportunidad ambiental, sino también una estrategia para fortalecer la seguridad energética y reducir riesgos futuros.

Colaboración y liderazgo empresarial

La presentación del informe tuvo lugar en un acto organizado por la Fundación Naturgy, con la participación del presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés. Durante su intervención, Reynés destacó la importancia de la energía para la sociedad y la economía, y subrayó que la colaboración regional es esencial para aprovechar el potencial del Mediterráneo sin generar cuellos de botella en el suministro.

“Debemos cooperar para que diversas industrias puedan acceder a los recursos que necesitan”, explicó Reynés, enfatizando que la coordinación entre países y empresas es clave para lograr un impacto real.

Además, hizo hincapié en la necesidad de políticas de inversión claras y sostenibles para que las compañías energéticas puedan avanzar hacia la descarbonización sin comprometer la asequibilidad de la energía.

Escenarios energéticos hacia 2050

El informe OMEC plantea dos posibles escenarios para la región: el primero, llamado Escenario de Referencia, contempla una continuidad de las tendencias actuales, con reducciones limitadas de emisiones y persistente dependencia de los combustibles fósiles. En este escenario, las importaciones fósiles continuarían siendo una parte importante del suministro energético mediterráneo.

El segundo escenario, Escenario ProMED, propone un camino más ambicioso hacia la neutralidad climática. Este enfoque combina eficiencia energética, electrificación y despliegue masivo de energías renovables, permitiendo no solo reducir significativamente las importaciones fósiles, sino también avanzar hacia un modelo más resiliente y sostenible. Según el estudio, la inversión requerida para esta transición alcanzaría los 6,8 billones de euros hasta 2050, casi el doble de los 3,7 billones del escenario conservador.

Inversión y futuro sostenible

Aunque la cifra puede parecer elevada, los expertos de OMEC recuerdan que representa apenas el 1,1 % del PIB regional anual. En comparación con los riesgos de inestabilidad climática y la continua dependencia de combustibles fósiles, la inversión es tanto necesaria como alcanzable.

Además, la transición energética permitiría reducir las importaciones fósiles de manera constante, impulsando el desarrollo económico local y creando oportunidades de empleo en sectores innovadores.

El informe concluye que el Mediterráneo tiene ante sí una oportunidad histórica: reducir las importaciones fósiles, asegurar la estabilidad energética y avanzar hacia un modelo de desarrollo más limpio y competitivo. La clave estará en la colaboración regional, la inversión estratégica y la determinación para aprovechar el potencial del biogás y el hidrógeno.

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