Posidonia Oceánica: el pulmón del mar que combate el cambio climático desde el Mediterráneo

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04/07/2025 - 12:30
Juan Antonio López Jaime, junto a uno de sus cultivos de posidonia oceánica

Lectura fácil

Los ecosistemas submarinos, formados principalmente por fanerógamas marinas como la Posidonia Oceánica, superan con creces la eficacia de los bosques terrestres en la purificación del aire. Son capaces de absorber hasta 800 toneladas de CO2 por hectárea y generar alrededor de 10 litros de oxígeno al día por metro cuadrado.

Posidonia oceánica, un ecosistema en peligro

Sin embargo, estas praderas marinas enfrentan serias amenazas. El calentamiento global, la contaminación, el tráfico marítimo y la proliferación de especies invasoras ponen en riesgo su supervivencia. Es el caso de la Posidonia Oceánica, una planta marina que habita exclusivamente en el mar Mediterráneo y que se encuentra en estado crítico en algunas zonas del litoral andaluz, especialmente en Málaga y Granada.

Juan Antonio López Jaime, director científico de la Fundación Aula del Mar Mediterráneo (FAMM), alerta del peligro que corre esta especie. Por ello, destaca la necesidad urgente de protegerla y restaurarla, no solo por su valor ecológico, sino porque de ella dependen miles de especies marinas.

La Posidonia Oceánica no es solo una planta eficiente y resiliente, sino también longeva. Se estima que ha habitado la Tierra durante más de 100.000 años. Durante el periodo Cretácico, cuando el planeta atravesaba un grave cambio climático provocado por la pérdida masiva de vegetación terrestre, esta planta "emigró" al mar, adaptándose al medio acuático y convirtiéndose en una pieza clave para revertir el calentamiento global de aquella época.

Gracias a su capacidad para capturar grandes cantidades de CO2, ayudó a enfriar el planeta y a restaurar la biodiversidad marina. Su función entonces fue crucial, y lo sigue siendo hoy.

Reforestación submarina desde Málaga

Conscientes de la necesidad de actuar, la FAMM ha puesto en marcha un proyecto pionero de reforestación marina en Andalucía, en el marco del programa Mares Circulares, impulsado por Coca-Cola. López Jaime lidera esta iniciativa desde un invernadero en el centro de innovación La Noria de Málaga, donde cultiva esquejes de posidonia utilizando acuaponía: un sistema sostenible que combina peces y plantas en un ciclo cerrado de retroalimentación.

En este entorno controlado, los desechos orgánicos de los animales marinos alimentan a las plantas, mientras que estas purifican el agua. Después de nueve meses de crecimiento, los esquejes se trasplantan al lecho marino mediante una técnica innovadora: se fijan a módulos de piedra caliza que se degradan naturalmente, facilitando el arraigo sin alterar el ecosistema.

El desafío de las especies invasoras

A pesar de estos esfuerzos, la reforestación no es fácil. La Posidonia Oceánica crece lentamente, apenas un centímetro al año una vez madura, lo que dificulta su capacidad de competir con especies invasoras como el alga asiática Rugulopteryx okamurae.

Esta planta, introducida accidentalmente por barcos, se reproduce a gran velocidad y compite con la posidonia oceánica por espacio, luz y nutrientes, llegando incluso a asfixiarla.

López Jaime advierte que esta alga ya ha contaminado tramos del litoral de Málaga y se encuentra en un estado avanzado en la costa de Granada. La rapidez de su expansión representa una amenaza real para la biodiversidad marina y pone en jaque los esfuerzos de restauración.

Proteger una planta oceánica es proteger la vida

La Posidonia Oceánica está protegida internacionalmente, pero eso no basta si no se actúa contra sus amenazas. Vertidos contaminantes, anclajes de embarcaciones que arrancan sus raíces y el aumento de la temperatura del mar están deteriorando estas praderas, esenciales para la vida en el Mediterráneo.

No se trata solo de conservar una planta, sino de proteger todo un ecosistema del que dependen más de 1.400 especies marinas en zonas como Baleares. Cangrejos, moluscos, peces de los grupos lábridos y serránidos, entre muchos otros, viven exclusivamente en estos bosques submarinos.

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