El Mediterráneo en riesgo: un tercio de su población y sus costas amenazados por el aumento del nivel del mar

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29/09/2025 - 20:00
Las zonas del Mediterráneo que los humanos tendrán que abandonar

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La cuenca mediterránea, hogar de millones de personas y motor económico de Europa, África y Asia, se encuentra en el punto de mira de los efectos del cambio climático. Un reciente informe elaborado por la red de científicos MedECC, especializada en el estudio del clima en la región, advierte que un tercio de la población que vive en la costa mediterránea está en situación de “alto riesgo” debido al aumento del nivel del mar.

Además de los habitantes, infraestructuras clave como carreteras, vías ferroviarias y aeropuertos situados cerca del litoral también se verán gravemente amenazados si las tendencias actuales continúan.

Un futuro de desplazamientos masivos desde el Mediterráneo

Según el análisis, el avance imparable del mar provocará que alrededor de 20 millones de personas deban abandonar sus hogares en las zonas costeras de aquí al año 2100. Este desplazamiento forzado sería una de las mayores migraciones internas vinculadas directamente con el cambio climático en la región.

Hoy en día, el nivel del Mediterráneo sube a un ritmo de 2,8 milímetros por año, pero las proyecciones de los científicos indican que, de mantenerse las emisiones actuales de gases de efecto invernadero, el incremento medio podría alcanzar un metro a finales de este siglo.

El informe, presentado en paralelo a la COP29 en Bakú, resalta que el Mediterráneo se encuentra entre las zonas del planeta con mayor probabilidad de sufrir “inundaciones graves”. Esta vulnerabilidad se explica tanto por la ubicación de la población y de las infraestructuras como por los procesos que impulsan la subida del mar.

Las principales causas identificadas son dos:

  1. El deshielo acelerado en el Ártico y la Antártida, que aporta enormes volúmenes de agua a los océanos.
  2. La expansión térmica del agua, un fenómeno físico que provoca que, al aumentar la temperatura del mar, este se dilate y gane volumen.

El aumento del nivel del mar no es un riesgo lejano, sino un desafío que se está intensificando. Los investigadores prevén que los episodios de inundaciones serán un 10% más frecuentes en menos de 30 años, hacia 2050.

Esto plantea un serio problema para el sistema de transporte en los países mediterráneos. Muchas carreteras y líneas de tren discurren junto a la costa, quedando especialmente expuestas. Aún más preocupante es el caso de los aeropuertos: los tres con mayor riesgo de inundación se localizan en Grecia e Italia, lo que evidencia la magnitud del problema en dos destinos turísticos cruciales para la región.

El Mediterráneo no solo se enfrenta a la subida del mar, sino también a transformaciones en su clima. El informe de MedECC advierte de que en gran parte de la zona las precipitaciones tenderán a disminuir, generando más presión sobre los recursos hídricos.

Sin embargo, este descenso general no será homogéneo: en el norte del Mediterráneo se prevé un aumento de las lluvias torrenciales, con episodios más intensos que pueden provocar inundaciones repentinas, riadas y daños en las ciudades costeras.

La contaminación por plásticos: otra amenaza silenciosa

El cambio climático no es el único problema ambiental que sacude al Mare Nostrum. Los expertos recuerdan que el Mediterráneo es ya una de las áreas más contaminadas del mundo por plásticos.

Los datos son alarmantes: el 95 % de la basura flotante está compuesta por plásticos, y en el fondo marino más del 50% de los desechos corresponden también a este material. Si la tendencia no se revierte, los vertidos se duplicarán en las próximas décadas, agravando un escenario de fragilidad ecológica.

A la crisis climática y la contaminación se suma un tercer factor: la presión humana derivada del turismo. El Mediterráneo concentra un tercio del turismo mundial y más de la mitad de la oferta de alojamiento turístico de toda la Unión Europea.

Esta masiva afluencia de visitantes genera una fuerte demanda de agua, un recurso cada vez más escaso en la región, y añade presión sobre ecosistemas costeros ya deteriorados.

Los científicos reconocen que el turismo es un pilar económico fundamental para los países mediterráneos, pero subrayan la urgencia de apostar por un modelo más sostenible. Entre las medidas propuestas figuran el impulso de energías renovables, la gestión responsable de los recursos naturales y una mayor participación de las comunidades locales en la toma de decisiones.

No actuar, sinónimo de colapso

El informe de MedECC dibuja un futuro complejo para el Mediterráneo si no se toman medidas inmediatas. El avance del mar, las transformaciones en el clima, la contaminación por plásticos y la presión turística son fenómenos interconectados que amenazan tanto a la naturaleza como a la sociedad.

De no actuar, millones de personas perderán sus hogares, infraestructuras vitales quedarán dañadas y los ecosistemas marinos se verán aún más degradados. Sin embargo, los expertos coinciden en que todavía hay margen para mitigar los impactos si se aplican políticas decididas de adaptación y sostenibilidad.

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