Apagar un incendio forestal cuesta diez veces más que prevenirlo. El clima y la acción humana favorecen su propagación, por lo que la prevención y el cuidado del monte son esenciales.
Un nuevo estudio revela que un cambio climático hacia condiciones más cálidas y húmedas favoreció la evolución del vuelo en los pterosaurios, los primeros reptiles voladores, hace 220 millones de años.
El CREAF alerta de que la sequía debilita la “memoria ecológica” de los bosques, dificultando su regeneración tras los incendios. La solución pasa por una gestión forestal adaptativa que aumente la resiliencia frente al cambio climático.