La Fuerza de Represión de las Pandillas: la nueva apuesta internacional para rescatar a Haití del caos

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20/10/2025 - 10:19
Fuerza de Represión de las Pandillas

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Ante la imparable expansión territorial y el terror ejercido por las bandas en Haití, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha dado un paso crucial al autorizar el despliegue de una nueva fuerza internacional. Esta fuerza no es una misión de paz de la ONU tradicional, sino una iniciativa de apoyo con un mandato claro: la neutralización de los grupos armados que tienen al país sumido en una crisis humanitaria y de seguridad sin precedentes.

La recién autorizada Fuerza de Represión de las Pandillas (FRP, por sus siglas en inglés) es una entidad internacional diseñada específicamente para enfrentar la escalada de violencia en la nación caribeña. Con un mandato inicial de 12 meses, la fuerza contará con una impresionante dotación de 5.550 efectivos. Su misión principal será colaborar con las autoridades haitianas para neutralizar a las pandillas, proteger infraestructuras críticas y, de manera crucial, facilitar el acceso de ayuda humanitaria a las poblaciones más vulnerables.

Objetivos estratégicos de la Fuerza de Represión de las Pandillas

La resolución del Consejo de Seguridad, copatrocinada por Panamá y Estados Unidos, subraya el apoyo urgente de la comunidad internacional a la crisis multidimensional que ha asolado Haití en los últimos años. Los objetivos de la Fuerza de Represión de las Pandillas son ambiciosos y van más allá de la mera contención. Estos incluyen llevar a cabo operaciones basadas en inteligencia para desmantelar las bandas armadas, blindar las infraestructuras vitales y asegurar que la asistencia humanitaria pueda llegar a quienes la necesitan, todo mientras se brinda protección directa a la población civil.

La Fuerza colaborará estrechamente con la Policía Nacional de Haití (PNH) con un objetivo a largo plazo: fortalecer la capacidad institucional del país para que, eventualmente, pueda asumir la responsabilidad total de su propia seguridad. Además, la misión busca sentar las bases para la paz y el desarrollo, contando con el apoyo logístico y operativo de una nueva Oficina de Apoyo de las Naciones Unidas.

Un cambio de estrategia ante la crisis

La Fuerza de Represión de las Pandillas sustituye a la anterior Misión de Apoyo Multinacional a la Seguridad (MSS), lo que marca un cambio significativo en la estrategia internacional. La MSS, liderada por Kenia, se centró en un apoyo limitado a la PNH y, a pesar de su lanzamiento en octubre de 2023, siempre careció de la financiación necesaria y nunca logró desplegar su fuerza prevista de 2.500 personas.

La necesidad de esta nueva intervención es crítica. Se estima que los grupos armados controlan hasta el 90 % de Puerto Príncipe, la capital, aterrorizando a los civiles mediante secuestros, violaciones y asesinatos, y bloqueando carreteras que son vitales para el suministro. Solo en 2024, más de 5.600 personas perdieron la vida a causa de la violencia. La situación es tan grave que, desde marzo de 2025, la violencia se ha extendido a zonas que antes se consideraban seguras, como los departamentos de Artibonite y Centro, provocando el desplazamiento de cientos de miles de personas. La PNH, sobrepasada y sin recursos suficientes, se ha mostrado incapaz de responder por sí sola.

La FRP: una medida necesaria pero no la solución final

El país no puede abordar esta crisis por sí mismo debido al colapso de las instituciones estatales, la debilidad de sus fuerzas policiales y una violencia abrumadora que ha permitido a las bandas establecer un verdadero gobierno criminal. Los funcionarios de la ONU han sido claros: la seguridad que brindará la Fuerza de Represión de las Pandillas por sí sola no resolverá la profunda agitación de Haití. La nación se enfrenta a un cúmulo de crisis que incluyen un aumento de las necesidades humanitarias (exacerbadas por desastres naturales), una economía en caída libre y la ausencia de un gobierno electo desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021.

La Fuerza de Represión de las Pandillas debe ser vista como parte de una estrategia mucho más amplia. Los Estados miembros han insistido en que el apoyo internacional tiene que ir más allá de lo militar para incluir la reforma de la gobernanza, la asistencia humanitaria constante y un plan de desarrollo a largo plazo. En resumen, la FRP es una medida necesaria, pero insuficiente por sí misma para la recuperación total de Haití.

Se espera que la Fuerza de Represión de las Pandillas comience a operar tras la expiración del mandato de la Misión de Apoyo el 2 de octubre de 2025, aunque el complejo proceso de reclutar y desplegar a los más de 5.500 efectivos llevará tiempo.

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