Caminar 25 minutos al día para contrarrestar el reposo en cama de los pacientes mayores en el hospital

Tan solo 25 minutos de caminata lenta al día pueden contrarrestar los efectos negativos del reposo en cama para pacientes mayores hospitalizados. Para una mejora aún mayor en la función física, se recomienda caminar alrededor de 50 minutos diarios o combinar actividades físicas durante 40 minutos al día (20 minutos con bandas de resistencia y 20 minutos de ejercicio aeróbico).

Un estudio reciente, llevado a cabo por 10 investigadores y publicado en el 'British Journal of Sports Medicine', revela estos resultados. Entre los autores se encuentran Daniel Gallardo, Jesús del Pozo, Francisco Álvarez, Javier Ramos y Rosa María Alfonso, de la Universidad de Sevilla, así como Borja del Pozo, de la Universidad de Cádiz.

Efectos positivos de caminar 25 minutos al día en pacientes mayores hospitalizados

Un estudio reciente sugiere que apenas 25 minutos diarios de caminata lenta son suficientes para contrarrestar los efectos perjudiciales del reposo en cama en pacientes mayores hospitalizados. Para obtener mejoras óptimas en la función física, se recomienda caminar al menos 50 minutos al día o realizar una combinación de actividades físicas durante 40 minutos diarios (20 minutos con bandas de resistencia y 20 minutos de ejercicio aeróbico).

Esta investigación, realizada por un grupo de 10 investigadores, se publicó en el 'British Journal of Sports Medicine' el viernes pasado. Los autores incluyen a Daniel Gallardo, Jesús del Pozo, Francisco Álvarez, Javier Ramos y Rosa María Alfonso de la Universidad de Sevilla, y a Borja del Pozo de la Universidad de Cádiz.

Los pacientes mayores hospitalizados, incluso aquellos capaces de caminar sin ayuda, pasan la mayoría de su tiempo en cama. Esta inactividad puede llevar al 'síndrome posthospitalario', un período de vulnerabilidad después del alta médica asociado con un deterioro físico general.

Si este estado no se aborda de manera activa, puede resultar en readmisiones, discapacidad, necesidad de cuidados en hogares de ancianos, enfermedad o incluso fallecimiento, según los investigadores.

Investigaciones recientes indican que movilizar a los pacientes mayores durante su estancia hospitalaria puede ayudar a prevenir el deterioro físico, aunque no está claro qué tipo de actividad o qué cantidad serían más efectivas.

Los autores de este nuevo estudio buscaron ensayos clínicos previamente publicados que involucraran a pacientes mayores de 50 años, hospitalizadas por enfermedades graves, a quienes se les recetó alguna forma de actividad física durante su estadía en el hospital.

Conclusiones del estudio

El análisis se centró en 19 ensayos clínicos que compararon distintas formas de actividad física con la atención habitual o con otras actividades físicas. Estos ensayos evaluaron cómo cambió la capacidad funcional de los participantes, es decir, su habilidad para llevar a cabo actividades cotidianas. También se registraron eventuales efectos adversos, tanto en el momento del alta hospitalaria como en seguimientos posteriores.

En total, el estudio abarcó a 3.783 participantes, de los cuales el 55 % eran mujeres de edades comprendidas entre los 55 y 87 años. Estos pacientes pasaron un promedio de siete días en el hospital, mientras que el tiempo de seguimiento posterior al alta osciló alrededor de 68 días.

Los hallazgos combinados de los ensayos revelaron que la "dosis" mínima necesaria para contrarrestar los efectos negativos del reposo en cama y mejorar la capacidad funcional de los pacientes mayores hospitalizados era de aproximadamente 40 minutos diarios de actividad física de intensidad leve o 25 minutos de actividad física de intensidad moderada.

En cuanto a la "dosis" óptima, se encontró que alrededor de 70 minutos diarios de actividad física de intensidad leve o cerca de 40 minutos al día de actividad física de intensidad moderada eran más efectivos.

En relación al tipo de actividad física más adecuado para prevenir el deterioro físico, se determinó que la combinación de actividades físicas diarias junto con caminatas a paso lento era la estrategia más eficaz.