El papa besa los pies a los responsables de la guerra en Sudán del Sur, ¿era necesario?

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14/04/2019 - 12:08

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Ocurrió el jueves en el Vaticano, donde el presidente sursudanés, Salva Kiir Mayardit, y su opositor Riek Macharel, acudieron a un retiro espiritual en la Santa Sede. Allí, el pontífice besó los pies a los líderes de Sudán del Sur enfrentados.

Francisco instó a ambos a proceder con el acuerdo de paz que firmaron el año pasado. Palabras que selló con un rezo conjunto y un beso de rodillas. Un gesto que no pasó desapercibido por la humildad que mostró ante los asistentes, que no esperaban esa acción.

El discurso del Papa

“Expreso mi sincera esperanza de que finalmente cesen las hostilidades, que se respete el armisticio, que se superen las divisiones políticas y étnicas, y que haya una paz duradera para el bien común de todos aquellos ciudadanos que sueñan con comenzar a construir la nación”, dijo Francisco.

“Es muy importante recordar que "paz" fue la primera palabra que la voz del Señor pronunció a los Apóstoles después de su dolorosa pasión y después de haber vencido a la muerte” recordaba el Pontífice a las autoridades se Sudán del Sur.

En este sentido, aseguró que él también les dirige “el mismo saludo”. También espera que estas palabras “resuenen en el cenáculo de esta Casa como las del Maestro, para que todos puedan recibir nuevas fuerzas para llevar adelante el progreso deseado de su joven nación” y sea posible “encender una nueva luz de esperanza para todo el pueblo de Sudán del Sur”.

Un país en guerra

El pasado septiembre firmaron un acuerdo de paz en Adís Abeba. Aunque la guerra había causado ya cuatro millones de desplazados y una grave crisis humanitaria.

El jueves, un golpe militar en Sudán elevó las preocupaciones en Sudán del Sur. Y es que el derrocamiento del antiguo presidente Omar al Bashir podría descarrilar el frágil acuerdo de paz.

La paz es posible

¡Nunca me cansaré de repetir que la paz es posible! Ha exclamado el Santo Padre al final de su discurso. Así ha expresado su deseo de que todos “sepan acoger la más alta vocación de ser artesanos de la paz. La búsqueda de la paz, a través del diálogo, la negociación y el perdón”.

Por último, les empujaba a “buscar lo que les une, a partir de la pertenencia al mismo pueblo, y superar lo que les divide”. ¡Recuerden que con la guerra se pierde todo! Su gente hoy anhela un futuro mejor, decía el Papa.

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