El cambio climático pone en riesgo el cultivo del plátano, la fruta más consumida del mundo

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19/07/2025 - 10:30
Aurelia, productora de banana en Guatemala | Foto de Christian Aid/Amy Sheppey

Lectura fácil

El plátano, una de las frutas más consumidas globalmente, se enfrenta a una amenaza creciente: el cambio climático. Alteraciones en las temperaturas, variabilidad en las lluvias y la propagación de enfermedades están afectando seriamente a su cultivo, especialmente en las regiones tropicales donde se produce en masa.

Países como Ecuador, Colombia, Filipinas o India —principales exportadores— ya están observando descensos en la productividad y el aumento de costes debido al cambio climático. Las consecuencias pueden ser graves no solo para el comercio mundial, sino también para la seguridad alimentaria de millones de personas.

Suben las temperaturas, bajan las cosechas

El plátano necesita unas condiciones climáticas muy específicas: temperaturas constantes, buena humedad y suelos ricos. Sin embargo, el aumento global de las temperaturas y los cambios en los patrones de lluvia están provocando estrés hídrico, floración irregular y maduración deficiente del fruto.

Además, las olas de calor y las sequías prolongadas reducen la calidad del producto y aumentan las pérdidas en el campo. Según estudios recientes, si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan sin control, el rendimiento de los cultivos de plátano podría caer drásticamente en las próximas décadas.

Enfermedades que se propagan con el clima

Otro gran enemigo del plátano es la enfermedad conocida como Fusarium Raza Tropical 4 (TR4), una infección fúngica que afecta a las raíces de la planta y es prácticamente imposible de erradicar. Esta plaga se ha expandido rápidamente en los últimos años, facilitada por las condiciones climáticas extremas.

El cambio climático no solo crea un entorno más favorable para enfermedades como el TR4, sino que también debilita las defensas naturales de las plantas. Como resultado, los agricultores deben invertir más en pesticidas, protección del suelo y control biológico, lo que encarece la producción y reduce la competitividad del plátano en el mercado internacional.

¿Qué se puede hacer para proteger el plátano?

Frente a este panorama, organizaciones agrícolas, gobiernos y científicos están trabajando en estrategias de adaptación. Algunas de las medidas más destacadas incluyen:

  • Desarrollar variedades resistentes al calor y enfermedades.

  • Cambiar los métodos de cultivo para ahorrar agua y mejorar la salud del suelo.

  • Fomentar prácticas agrícolas sostenibles y resilientes al clima.

Además, el comercio internacional puede jugar un papel clave promoviendo productos más sostenibles y apoyando a los pequeños productores frente al impacto del cambio climático.

El futuro del plátano, y de muchas otras frutas tropicales, dependerá en gran medida de nuestra capacidad para mitigar el calentamiento global y adaptar la agricultura a los nuevos retos.

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